lunes, 1 de marzo de 2010

Un viaje a París - Capítulo 28.

~ Un viaje a París - Capítulo 28.

Ya había pasado como un largo mes desde mi conversación con Edward en aquella terraza del hotel. Tantas cosas habían cambiado. Todo era tan distinto para mí en aquella enorme ciudad. Me sentía pequeña en aquel lugar. ¿Dónde se quedaron aquellas ganas de triunfar y llegar a ser una famosa modelo?. Edward se había llevado mi ilusión, mis fuerzas para seguir hacia delante. Laura, mi mejor amiga, ni si quiera me dirigía la palabra. Me encontraba sola en aquel lugar. Solo Mikel me entendía, y en partes cuando llegaba a casa. Ahora, vivía con el. Me mude apenas dos días después de mi conversación con el hombre al que realmente había descubierto mis verdaderos sentimientos. Lo amaba y eso nadie lo podía evitar. Mikel, me ofreció su casa. Cosa que se lo agradecí. No quería quedarme por mucho más tiempo en aquel hotel, sola en una habitación. Donde mis amigos no me dirigiera la palabra. No quería volver a encontrármelo por los pasillos, en el hall, en la cafetería o en cualquier lugar del hotel. Tenía que alejarme y pensar. Estaba tan confusa y sin saber que hacer.

Seguí posando para Hugo. Las cosas ya no era como antes. Mis ganas de posar ante una cámara, salir en las vallas publicitarias, se habían perdido. Sabía que en estos días estaba haciendo un penoso trabajo. Que Hugo estaba empezando a tener quejas sobre mí. Tampoco es que me importará mucho su opinión. Me importaría de Luis, de Laura, y sobre todo de Edward. Sabía que había cometido una gran equivocación al cambiarme de compañía. Dejarme seducir por los besos, caricias, y susurros de Mikel tan cerca de mí. Él, Mikel. Apenas se la pasaba en casa. Nos encontrábamos por el trabajo y luego por la noche cuando ambos volvíamos a casa. Estábamos tan cansados, pero sobre todo yo sin ganas de nada que apenas articulábamos palabra. Él se encontraba distinto. Ya no le molestaba el insistir en tener algo más conmigo y yo rechazarle. Siempre tenía una sonrisa de oreja a oreja. ¿Dónde estaba aquel Mikel seductor?. Pareciese ver que a poco estaba pendiente de mi alrededor. Pero, así me sentía bien. Pensando y estando un poco sola.

Aquella mañana decidí quedarme en casa. No tenía ganas de trabajar. Me levante muy temprano, antes que Mikel que seguía aun en la cama. Las sabanas se retorcían entre sus muslos, estaba súper gracioso. No quería hacer mucho ruido ya que eran las 7:00 de la mañana y me apetecía pegarme una buena ducha calentita. Decidí bajarme a la planta baja y usar el baño de invitados. El agua me sentaba bien. Me relajaba y me hacía pensar con claridad cuando estaba dudosa. Tras ducharme, y vestirme con ropa cómoda, fui a dar una vuelta por los alrededores, pero sobre todo por un parque que había a unas cuantas calles más alejadas de la casa de Mikel.

Me encantaba caminar, sentir el frescor de la mañana sobre mis mejillas. El cantar de los pájaros. Ver el amanecer sentada sobre un banco en mitad del parque. Ver el transito de un nuevo día que comenzaba y se habría paso. La gente preparándose para ir a trabajar. Los matrimonios juntos y llevando a sus hijos de la mano a la puerta del colegio. Las parejas desayunando en una cafetería, agarrados de la mano y demostrándose lo tanto que se amaban día a día. En cambio yo, sentada sobre un banco hacía pasar el tiempo. Cuanto extrañaba España, mi familia, mis amigos, mi universidad. Deje de estudiar mi carrera por dedicarme a esto. ¿Qué hubiera pasado si hubiera seguido con mis estudios?. Supongo que ahora sería una buena abogada.

….

El sol comenzaba a entrar en la habitación, entre las rendijas de la persiana. Mikel, se removió un poco por la cama. Perezoso, cansado y deseando dormir un poquito más. El despertador comenzó a sonar y lentamente se fue levantando. Estirándose, dejando escapar un sonoro bostezo al aire. Tan solo llevaba sobre su cuerpo unos calzoncillos de talla un tanto mini. Le encantaba enseñar cuerpo. Con pasos cortos y medio adormilado se dirigió al baño y se pego una refrescante ducha. Ni si quiera se había dado cuenta de la ausencia de Desi aquella mañana ya que ambos dormían en la misma cama.

Aun no era casi las 9:00 cuando el timbre de la puerta sonó en la distancia. Mikel, ya había terminado de ducharse. Con una toalla simplemente liada a su cintura salió a abrir. Su sorpresa fue mayor cuando abrió la puerta y se encontró con aquella mujer que la hacía tanto disfrutar en la cama, Sara. El cual no pudo evitar apoyarse contra la pared de una manera un tanto sexy, y sonreír con aquella sonrisa suya pícara y atrevida.

- Pedazo de buenos días. ¿Tú por aquí? -
- Lo siento, se que no son horas. Pero, tenía que hablar contigo. - dijo, desviando su mirada hacia algún lugar de la casa que no fuera Mikel y su toalla liada a su cintura. ''¿Cómo podía abrir así?''.
- No te preocupes, ya hace un rato que llevo levantado - sonrío. Aquella sonrisa tan perfecta para seducir a cualquier chica que se le ocurriera aparecer en la casa de su amante a tan buenas horas por la mañana - Pasa, no te quedes en la puerta. Sentados en el sofá creo que podremos hablar mejor. - Sara, asintió y junto con Mikel tras cerrar la puerta, se dirigieron hacia la zona del salón más en concreto al sofá. - tu dirás de que quieres hablar, preciosa -
- Esto..yo.. - parecía dudosa. No saber por donde empezar en aquella conversación - Lo nuestro tiene que acabar aquí, Mikel. No puedo seguir haciéndole esto a Jacob. Él no se lo merece. Él me ama y yo…. - Mikel no la dejo terminar.
- Tu no lo amas, Sara. Eso crees pero no es así. - se fue acercando a ella con deseo. Sara retrocedió hacia atrás. Chocándose con el brazo del sofá. Acorralada frente al cuerpo seductor de Mikel con tan una toalla tapando su zona más deseosa de su cuerpo.

Sara sabía que las resistencias ante el deseo de besar, acariciar y sentir a Mikel eran muy pequeñas para poder separarse de él y dejarle las cosas claritas. Él, siempre conseguía salirse con la suya. Seducirla para luego hacerla sufrir de deseo y placer. Entre sus brazos con sus besos y deliciosas caricias. Sus labios ya se hacía besando los suyos. Sus manos comenzaban a acariciar su cuerpo. Para Sara era imposible no mantener alejadas sus manos del torso, cintura y demás de Mikel. Le encantaba verlo así. Empapado, tan sexy y solamente para ella. Tenía ansias de sentirlo solamente para ella. Estremecerse entre sus brazos, y alcanzar el máximo placer juntos.

Mikel, podía ver como Sara le pedía a gritos pero sin hacerlo que la hiciera suya.

- No sabes cuanto me pones cuando te veo suplicante y derrotada ante mí - susurró. Paso su lengua por su boca, saboreando para después rematarlo con un dulce pero deseoso beso. Sara se volvió a estremecer.
- Cállate - le tapo la boca con un dedo posándolo sobre sus labios. - No pierdas el tiempo. Hazme tuya aquí mismo. Te deseo Mikel, te deseo. - se abrazo a su cuello, besándole y demostrándole que ya no podía contenerse más antes sus ganas de ser de nuevo suya.
- Eres tan tan fascinante - susurró.
- No más que tu - le contestó la chica.

Apenas había empezado todo cuando ambos ya se encontraban apenas con nada de ropa sobre sus cuerpos. Tan solo sus caricias, y besos resonaban en el salón. Era de día, mejor para verse uno y otro. A Mikel, le gustaba ir despacio. Le gustaba disfrutar del momento e intentar hacer que la persona la cual tenía en frente disfrutara mucho más, o mejor dicho sufriera. Sara, con tan solo un suspiro de su amado ya se estremecía. Intentaba no caer en sus redes, hacerse a la idea de que junto a él nunca sería feliz. Él no amaba a una persona a fondo. Solo disfrutaba del sexo y de sus placeres. ¿Por qué no se metía en la cabeza aquello y dejaba a Mikel de un lado?. Mikel no la amaba. En cambio, Jacob, su prometido, sí. Sabia que no estaba haciendo bien. Aparte de hacerse daño a ella misma con aquellos recuentros con Mikel, le estaba haciendo a la persona que más le había demostrado y apoyado en todos estos años atrás. Cuando se sentía débil y lloraba por añorar aquellas caricias de Mikel. Su mente comenzaba a reflexionar cuando tuvo que dejarlo y lanzar al aire un inesperado gemido. Mikel, se estaba entreteniendo con su vagina. Su lengua la surcaba. Sus dedos a la vez también se hacían presentes. Los metía para luego sacarlos una y otra vez. Sara sentía que iba a peder la cabeza si aquello seguía así. Se aferraba al cuello de Mikel, lo agarraba con fuerza. Pues sentía que se iba a desplomar de un momento a otro. Mikel era demasiado para ella. Sabia que le haría sufrir sin cesar hasta quedarse del todo contento. Sus manos pasaron de estar en su cuello, a amarrarse a su pelo. Tiraba a la vez que gemía. Necesitaba parar aquello y disfrutar un poco ella misma. Lo paro en seco. Mikel la miro rabioso, pero a la vez pícaro. Conocía a la chica perfectamente para saber cuales eran sus intenciones. Igualmente no quería que ahora ella se centrara a él. Quería seguir disfrutando de aquello.

- No – le volvió a parar Sara. Le levantó la barbilla. Quería que le miraba, que entendiera que tenía que saber esperar – Ahora me toca a mí – susurró. Se aparto de debajo suya, no si antes darle un beso en los labios. Lo tiró sobre el sofá. Se sentó sobre si cintura, y su lengua empezaba a surcar su pecho, vientre, hasta llegar a la zona más sensual de Mikel, su preciado miembro. Mikel se agarro de las partes que podía del sofá. Suspiraba y gemía a la vez. ¿Cómo podía hacerle tanto sentir aquella chica?. Pensaba que iba a explotar si no la cogía ya y la hacia suya sin más. Apenas Sara había podido disfrutar de aquello. Mikel la sentó derecho su zona central. Abrió las piernas y fue introduciendo su miembro. Los primeros minutos fueron desesperados para ambos. Sara gemía y pegaba saltos sobre las piernas de Mikel. Aquellos saltos provocados por el chico. Era tanta la presión con la que le estaba haciendo suya que no podía controlar tanto como el quisiera la situación.

….

Me parecía que ya había andado por hoy lo suficiente como para volver a casa, desayunar algo ligero y relajarme en el jardín, tomar un poco de sol vestida. No quería preocupaciones ni saber nada de trabajo por aquel día. Sí, sabia que Hugo se molestaría. Pero, ¿acaso me importaba aquello?. Por mí como si me despedía y dejaba de formar parte de su empresa. Todas mis ideas habían cambiado al respecto. Creía encontrarme a gusto y no fue así.

Me encamine hacia la casa de Mikel. Para mi sorpresa me encontré con un chico en la puerta. Andaba de un lado para otro de la acera. Parecía bastante preocupado y angustiado. No lo conocía de nada. Ni si quiera de haberlo visto por el barrio. Educadamente me acerque a él.

- Hola – le saludé. - ¿Le puedo ayudar en algo? – le pregunté. El chico se giró y me dedico una sonrisa.
- Hola. ¿Sabes si Mikel se encuentra en casa? – note una cierta inquietud en el tono de su voz. Como bien sospechaba estaba preocupado por algo.
- Sí – abrí la puerta del jardín para entrar dentro – Pasa, seguro que se esta duchando o terminando de desayunar. ¿Tu eres? – quería conocer al menos su nombre.
- Oh si, me llamo Jacob. Encantado, ¿y tu eres? –
- Desi, una amiga de Mikel. Ahora vivo con él. Somos como compañeros de piso – le dedique una sonrisa. Jacob sonrió y me acompaño hasta la puerta.

Llevaba las llaves de la casa sobre mi mano derecha. Preparada para meterla en la cerradura y entrar dentro de la casa. Me quede paralizada al escuchar ciertos ruidos dentro de la casa. No eran unos ruidos cualquiera. Aquellos ruidos eran bastante peculiares. Jacob, me miró desencajado. Su cara de preocupación fue a más. Rápidamente, visto y no visto, agarro las llaves de mi mano, abrió la puerta y como rayo se adentró dentro. Yo hizo lo mismo y me adentré detrás de él, siguiéndole. Ambos, nos quedamos parados frente al salón. Más en concreto en el sofá mayor de la sala. Mikel, y una chica la cual desconocía se hacían sobre el sofá. No estaban charlando para mi mayor sorpresa. Ambos, se encontraba desnudos. Sudorosos. Fatigados. Deseosos por seguir con su entrega ante al sexo. Tengo que reconocer que su caras fueron de sorpresa al encontrarme allí, pero mucho más por ver a Jacob parados frente a ellos con cara de a saber cual ya que me encontraba detrás de él y apenas podía verle bien el rostro. Jacob, tensó sus brazos cerrando los puños. Parecía querer esconder como su rabia enfado. Mi cabeza solo tenía espacio para una pregunta tras otra. ¿Quién era aquella chica?. ¿Quién era Jacob para ellos dos y el porque de su enfado?. Pero sobre todo, había una pregunta que me tenía intrigada. ¿Por qué Mikel me estaba haciendo aquello?. Estaba claro que no estaba saliendo con él. Pero, eran tantas las veces que me había declarado su amor, su entrega hacia mí, que apenas podía pensar con claridad en el porque de aquello. Me sentía confusa y se pude decir que un poco ¿mosqueada?. Sí, esa era la palabra correcta.

Estuvimos varios minutos en silencio hasta que la chica comenzó a hablar muy desesperada. Lágrimas en sus ojos empezaban a estallar.

- Jacob, mi amor – se levantó de encima de Mikel completamente desnuda sin taparse sus zonas más intimas. Seguro que poco le importaba el que ambos le viéramos desnudas. – Todo esto tiene una explicación bastante razonable. Solo …. – fue interrumpida por el muchacho.
- ¿Una razón bastante razonable? – preguntó bastante incrédulo. Antes desvió una mirada de despreció a Mikel que aun se encontraba tumbado en el sofá, expectante – ¿Acaso crees que todo esto tiene una razón razonable?. – note como su voz se humedecía. Supongo que le entraron unas ganas tremendas de salir corriendo y de llorar. Por lo poco que había podido llegar a escuchar y entender, Jacob era el novio o lo que fuera de aquella chica.
- Jabob – habló por primera vez, Mikel – De verdad que tenemos una buena explicación para darte. – se levantó tapándose con una de sus manos su miembro.
- Cállate – levantó la voz más fuerte – Nunca me llegue a imaginar que mi mejor amigo de la infancia iba a hacerme esto. ¿Cómo has podido acostar con mi chica? –
- Tampoco es para que te pongas así. No tengo la culpa de que no le hagas disfrutar en la cama – me quede loca ante la respuesta tan grosera y fuera de lugar de Mikel. Apenas hubo más palabras ante aquella respuesta. Jacob aparto de un empujón a su chica, tirándose sobre Mikel y a la vez dándole un buen golpe sobre la mejilla derecha. Mikel, tropezó contra la mesita del salón y cayo al suelo. Jacob, se tiró sobre él. Sin importarle nada las suplicas de su chica que lloraba totalmente desesperada. Sí, podría haberme movido del sitio y haber intentado separar a aquellos Jacob y Mikel de sus duros golpes. Pero, la sorpresa aun me tenía paralizada.

Los golpes dudaron poco ante las suplicas de aquella chica a Jacob. Este, la miró con mayor decepción. La cogió en brazos echándola sobre sus hombros y se dirigió hacia la puerta. Apenas me moví para agarrar la ropa que se hacía tirada en suelo y salir en busca de la pareja.

- Esperad – grité. Jacob se paró y me miró – Ten, no querrás que media ciudad la vea desnuda ¿no? – le di la ropa. El chico, la cogió y luego me dedico una débil sonrisa marchándose hacia el coche que se encontraba aparcado justo detrás de el de Mikel. ‘’Un Momento’’, pensé para mis adentros. ‘’Mikel’’, susurré. Seguramente se encontraba herido. Me dirigí a toda prisa en su busca. Él, se encontraba sentado en suelo. Tenía el labio lleno completamente de sangre. Seguramente, Jacob se lo había partido tras arrearle aquel tremendo puñetazo en el labio.
- ¿Es que no piensas ayudarme? – me preguntó Mikel. Volviendo a mis cabales, asentí y lo ayude sentándolo en el sofá. Cogí su ropa del suelo y se la di para que al menos tapara su zona más intima – Gracias – apenas me susurró. Ni si quiera le respondí. Me dirigí al baño y agarre un el botiquín. Un poco de algodón con alcohol para desinfectar la herida. - ¿Es acaso no piensas decirme nada? – me preguntó, ahora. ¿Y que le iba a preguntar?.
- ¿Qué quieres que te pregunte? – le cogí de la barbilla para darle mejor en la herida.
- No se, ¿ni si quiera un porque de esto?. ¿No estas enfadada conmigo? – parecía bastante sorprendido.
- Más que enfadada estoy algo molesta. Pero – hice una pequeña pausa – nosotros no somos nada Mikel, ni lo seremos nunca. Creo que esa parte ya la tengo bastante clara –
- Oh – exclamó con mayor sorpresa.

lunes, 8 de febrero de 2010

Un viaje a París - Capítulo 26.

~ Un viaje a París - Capítulo 26.


[FlashBack]

Hugo, no paraba de hacerme fotos y más fotos.
Me pedía que posara de una forma y luego de otra. Mikel, me miraba y fascinaba.
Por una parte me sentía cómoda, en mi salsa .... como si aquello fuera un trabajo diario para mí. Pero, por otra parte .... me sentía algo extraña, incomoda por tantas miradas y tanto flash en cuestión de segundos. Estaba desnuda, sin nada encima. Mi pelo se encontraba suelto y con unos cuantos rizos que había intentado hacerme aquella tarde. Tenía algo de frío. Mis bello se puso de punta al sentir el tacto de Mikel sobre mi cintura. Sus manos estaban frías. Él, también se encontraba desnudo. Estaba tan hermoso, increíble. Su piel era un poco más morena que la mía. Sus mirada resplandecía ante mí. Sus labios dibujaban una hermosa sonrisa.

- Esto sin ti no hubiera sido lo mismo - me susurró, y me pego más a su cuerpo. Su miembro se rozo con mis piernas y mi trasero. Suspiré y me agarre a sus manos - Tranquila. Todo saldrá bien - volvió a susurrarme.

Hugo, nos dio unas cuantas indicaciones de como debíamos ponernos. Dudo en si empezar por el sofá, o por la alfombra. Opto por la segunda opción. Me hizo tumbarme de lado sobre la alfombra. Parecer una gata hambrienta, pero a la vez sexy por seducir a mi felino. Mi pelo estaba alborotado, y mis pezones en punta por el frío del ambiente. Mikel, se echo a mi lado. Su rostro se encontraba muy cerca de mi cuello, y labios. Una de sus manos se encontraba apoyada sobre la alfombra, mientras que la otra acariciaba mi cintura. Mi pulso fue en aumento al sentir a Mikel tan cerca. Su miembro de nuevo rozando mi piel.

- Muy bien, chicos. Así es - escuchaba decir a Hugo. Él, estaba encantado con aquella sesión de fotos. Con Mikel y conmigo. Para él éramos frescura y la nueva renovación de la pasarela.

Durante media hora estuvimos cambiando de postura. Algunas eran demasiado subiditas de tono. O me tenía que sentar sobre Mikel. Sentir como se sujetaba a mi cintura. Se contenía para no hacerme suya en aquel momento. Ahora ninguna prenda intima no los impedía. Con tan solo un simple movimiento podía introducir mi miembro por mi vagina. Todo aquello era demasiado.

Empezamos sobre las diez y media y acabamos sobre las cuatro de la madrugada. Estaba helada, acalorada y cansada por tanto ajetreo. Aquello sin duda había sido una nueva experiencia. Ni recuerdo como acabe en la cama de Mikel junto a él. Me sentí cansada con un tremendo dolor de cabeza y me acosté en la cama con la bata ya puesta. Había sido un largo día.

[FinalFlashBack]


....


- Por favor, teneis que dejar que os explique -
- No creo que sea necesario - intervino esta vez Laura - Las fotos lo dicen todo. Los prefieres a ellos antes que a nosotros que somos tus amigos.
- Teneis que dejarme chicos. Todo esto tiene una explicación -
- Ahorratela - exclamó ahora Edward. - No nos interesa. Ve, y cuentaselo todo a tu novio y nuevo productor. - Cogió a Laura de la mano y se la llevo a no se donde.

Tenía ganas de salir corriendo, de llorar y de gritar.
Me deslice por la pared y me encogí apoyando mi cabeza sobre mis piernas. Derramando aquellas lágrimas que ya no podía seguir manteniendo. Todo había salido mal. Sabía que Edward y Laura se cabrearían. Pensaba que tendría tiempo para saber pensar en que decirles y explicarles. Todo había sido demasiado precipitado. Mikel, al acabar de terminar de hablar con Luis y su representante o tendría que decir nuestro representante, Hugo, salió afuera .... encontrandome allí sola y totalmente desolada en mar de lágrimas.

- Desi cariño, ¿estas bien? -
- Mi...Kel - las lásgrimas me impedian decir cualquier palabra.
- Ven, tengo que llevarte al hotel de inmediado - me cogió en brazos. - ¿Nos podemos ver luego? - se dirigió a Hugo.
- Tranquilo. Nuestra profesional tiene que estar fresca para las futuras fotos - escuche decir con claridad. ¿Había dicho futuras fotos?. ¿Acaso es que Luis no había peleado por tenerme junto a él y su compañía?. Ahora no podía pensar y responder con claridad.

[....]

Ya no tenía más lágrimas que soltar. Hacía rato que Mikel se había marchado. Tenía que hacer un par de cosas y resolver algunos asuntos importantes. Antes de irse me recordó lo orgulloso que estaba de mí y lo tanto que me amaba. Como si eso fuera ahora lo importante de todo. Aun tenía que resolverlo todo. Hablar con Edward. Laura no querría escucharme. Corriendo, cogi mi tfn y le mande un sms a Edward.

''Tenemos que vernos. Es importante.
Por favor, tienes que escucharme.
Te espero esta noche a las diez en la terraza, donde el otro día. Un Beso.''.

Al mandar el sms, decidí pegarme una ducha y ponerme comoda para mi encuentro Edward. Tampoco había comido nada. Después bajaría al restaurante para comer y asentar algo en el estomago.

....

Mikel, tras terminar de hablar con su representante en el estudio, se marchó hacia su casa.

Para su mayor sorpresa, se encontro con que en la puerta de su casa, apoyada, se encontraba Sara. Aquella chica deseante que tanto le hacía extremecer. No pudo evitar sonreír muy pícaramente.

'' Perfecto, no hay nada mejor que un poco de sexo después de un extresante día''.

Con paso firme y mirándose en los espejo de los coches, se acerco hasta ella. Sara, al verlo sonrío pero de inmediato se puso seria.

- Esto si que es una bonita sorpresa. ¿Como es que estas aquí? -
- Tenemos que hablar, Mikel. Pero esta vez en serio -
- ¿En serio? - sonrío pícaro. Se acerco acorralandola entre su cuerpo y la pared. - ¿Estas segura de que quieres hablar muy seriamente?, o ¿prefieres no pensar y disfrutar de todo lo que surga entre nosotros? -
- Mikel .... - susurró. Estaba empezando a descontrolarse. Mikel para él era demasiado. Lo suficiente para saber que la volvía loca con tan solo una acaricia.
- Grrrrr - ronroneo como un felino. - ¿Que te parece si entramos y lo discutimos más cómodos? - beso sus labios con desesperación. Sara asintió y se dejo llevar por los besos y caricias de Mikel.

Tuvieron algunos tropiezo hasta llegar a la puerta. Sin despegar muchos los labios de Sara, Mikel, abrió la puerta como pudo. La cogió en brazos y ambos cayeron sobre el sofá del salón. El deseo de ambos ya era demasiado fuerte como para seguir andando. Se necesitaban y tenían que demostrarselo mutuamente lo tanto que se deseaban.

domingo, 7 de febrero de 2010

Un viaje a París - Capítulo 25.

~ Un viaje a París - Capítulo 25.

Mikel, se aseguro de cerrar la puerta con pestillo. En cualquier momento Jacob podría aparecer.
Sara, se sentó en el retrete. Intentaba llevar la situación. Sobre todo rechazar los besos y caricias deseantes de Mikel. Le era casi imposible. Mikel, se agacho a la altura de la cintura de Sara. Sus manos acariciaron su pierna. Desde la rodilla hasta llegar al extremo de su pantalón. Desabrochando el botón principal y deslizando la cremallera hacia abajo. Sara, suspiró tras sentir el suave tacto de los dedos de Mikel por aquella zona. Este, sonrío victorioso. Y eso que acababa de empezar. Sus labios bajaron hasta el vientre de la chica. Besando por encima de la tela. Sara, se agarro a su pelo, tirando, intentando no gritar y que alguien la pudiera escuchar. Mikel, alzo su vista mirándola. Se incorporo y subió hasta los labios de la chica, donde los beso despacio para luego besarlos con desesperación. Sara, había perdido el control. Necesitaba sentir a Mikel. Sus besos, sus caricias. Como la hacía suya. Disfrutar de aquello que ambos ahora deseaban sin más. Despacio pero con ansias, fue desabrochando los botones de la camisa. Quitándosela, tirándola al suelo. Dejando relucir aquellos pectorales. Sus labios fueron besando cada rincón de su pecho y vientre. Mikel, suspiró unas cuantas veces. Le encantaba ver como Sara le hacía disfrutar de aquella manera. Pero no quería aun sufrir. Tenía que ser ella la que sufriera por sus besos y caricias. La cogió en brazos y la tumbo con fragilidad en el suelo. Luego se puso sobre ella. Se deshizo de la camisa, y luego del sujetador. Se entretuvo por un rato en sus pechos. Besándolos. Saboreándolos. Bajo después por su vientre para pararse en su zona favorita. Deslizo los pantalones por sus finas piernas. Ahora solo una prenda interior cubría su vagina. Aquella de la cual Mikel estaba enamorado.

- Si supieras cuanto la deseo – susurró. Luego adentro sus dedos por dentro de la ropa. Acariciando y entreteniéndose con su vagina. Sara, gimió entre dientes. Eso para ella era una locura sin más. Estaba excitada, necesitaba sentirse una vez más unida a Mikel.

Rápidamente, se aparto de él. Tirándolo al suelo y sentándose sobre su cintura. Mikel, sonrío muy pícaro. Sabia que Sara no le dejaría un mal sabor de boca. Ahora quería él sufrir. Ver como Sara se las apañaba para verle retorcerse de placer y locura.

- Soy todo tuyo, gatita –

Sus labios se unieron a los de él. Mordiéndole la lengua. Escuchando el gemido de Mikel tras aquel mordisco sin querer. Sus besos siguieron deslizándose por su cuello, pecho, vientre …. Hasta llegar al borde de su pantalón. Siguió en aquella zona, dejando pequeño toques de besos. Una de sus manos se entretuvo en bajar la cremallera. Adentrar la mano y acariciar el miembro del chico. Mikel deslizo sus uñas por la pared. Estaba enloqueciendo de placer. Sentir como las manos de aquella chica que tanto deseaba le hacía sufrir. Sara, al ver que Mikel estaba a punto de explotar, desabrocho el botón y se deshizo también de aquellos pantalones que no servían de nada en aquellos momentos puestos. Dudo en si seguir acariciando el miembro de Mikel. En si hacerle sufrir un poco más, tanto como él lo había echo con ella. Tuvo que darle al pena a ver la cara suplicante de Mikel. Deslizo también sus boxers. Al igual que se desprendía también de la única prenda de la chica. Ambos, se encontraba desnudos y calurosos. El cuarto de baño no era demasiado grande. Estaban apretujados y tenían que andar con cuidado para no tener que chocarse en ningún lado. Con cuidado de nuevo, Mikel tumbo a Sara sobre suelo. Tomando de nuevo él las riendas. Apoyando su caderas sobre la suya. Sara, suspiró ante de dejarse llevar con Mikel a aquel extremo placer. Entre abrió un poco sus piernas, para dejarle un poco más de espacio. Que todo fuera más rápido y fácil para ambos. Mikel, introdujo su miembro dentro de su vagina. Y ambos, comenzaron a fogar ante aquel deseado deseo y excitación de ambos.

….

- ¿Sara? – se escucho al otro lado del camerino. Era Jacob, después de despedirse de Mikel y de terminar las fotos que le quedaban, fue en busca de su chica. - ¿Estas hay? – volvió a preguntar.
- Contéstale – susurró Mikel muy bajito – Vístete, y llévatelo de aquí. No puede vernos así. –
- Sí – asintió. – Ya salgo, cinco minutos – gritó.
- Ok cariño, aquí te espero –

Sara, tardo esos cinco minutos en arreglarse e intentar verse lo mejor posible. Estaba algo sudorosa y acalorada. Se despidió de Mikel dándole un tierno beso sobre los labios. Tras salir, cerro la puerta del baño. Mikel se terminaría de vestir.

- Hola cariño – se besaron. Jacob la observo por unos segundos. La notaba algo extraña-
- ¿Te encuentras bien amor? –
- Si – susurro. Disimulo sentirse algo mareada. Se apoyo sobre Jacob, intentando no caerse al suelo – O eso creía. Estoy, me encuentro algo mareada. Debe ser el calor y el estrés. Pronto se me pasara. – sonrió. Jacob la miro bastante preocupado.
- ¿Quieres un poco de agua? O ¿Una toalla mojada? –
- NO .- le agarro del brazo. Jacob, tenía intención de dirigirse hacia el baño. Tenia que impedir que entrará y se encontrará a Mikel medio desnudo. Jacob, la miró sin entender. – No…. No necesito nada de eso.
- Dime entonces que necesitas – dijo.
- Te necesito a ti, Jacob. Solamente a ti – tiro de él, chocando sus labios contra los de él. Jacob, pilló la indirecta y ambos cayeron sobre el sofá del camerino.
- Pues seré solamente para ti – le susurró antes de besarla, acariciarla y hacerla suya sin más en aquel pequeño pero cómodo sofá.

[….]

- ¿Estas lista? – se termino de abrochar la camisa, Jacob.
- Sí. –
- ¿Vamos?. Me gustaría invitarte a ese restaurante del que tanto te he hablado –
- Oh, perfecto. Mi estomago ya empezaba a rugir de hambre – sonrieron ambos, saliendo por la puerta y dirigiéndose a comer.

Mikel, al ver que los dos se marcharon. Salió, apoyándose en el marco de la puerta. Pensando, y riendo a la vez por todo lo ocurrido momentos antes.

- ¡Guau! Como se lo montan. No estaría mal montar un trío – río para si mismo – Seguro que disfrutaría más de lo que estoy disfrutando ahora con mi gatita deseada. – cogió su chaqueta y salió de allí.

….

- Menos mal que te encuentro – escuche decir. Me gire para ver quién me hablaba. Era Hugo, el representante de Mikel.
- Oh Hugo, dime –
- Me ha contado Mikel que has aceptado formar parte de nuestra compañía – asentí - ¿Te gustaría empezar hoy mismo con la sesión de fotos? – me sorprendí. ¿hoy mismo?.
- ¿Tan pronto? – estaba dudosa. ¿Habría echo bien en aceptar aquel nuevo proyecto?. – Bueno, vale. ¿A que hora hay que estar aquí? –
- Oh, no te preocupes. La sesión de fotos será en casa de Mikel – o.o ¿Había escuchado bien?. ¿Las fotos se harían en casa de Mikel? – Sobre las diez te esperamos. No faltes preciosa – se marchó, dejándome totalmente aturdida.

Tuve que dejar los pensamientos a un lado. Laura, y Edward me hacían señales para que me fuera con ellos. La sesión de fotos por hoy había terminado. Bueno por mi parte no. Yo a la noche me tenía que reunir con Mikel, Hugo y supongo que el fotógrafo en casa de Mikel. Que extraño era todo esto.

[….]

Tuve que inventar cualquier excusa barata con tal de dejar contenta a Laura y Edward. Ambos, no habían parado de hacerme pregunta durante la comida y prácticamente toda la tarde.

[FlashBack]

- Estas muy rara, cuéntanos – insistía una y otra vez Laura.
- De verdad, estoy bien. Simplemente estoy algo cansada –
- ¿Seguro? – preguntó ahora preocupado Edward.
- Sí, seguro. ¿Podéis dejar de comportaros como si fuerais mi padres? – los tres reímos por aquello.
- Esta bien, y luego decimos que la cabezota soy yo. Tu me ganas y con puntos suficientes – río Laura. Edward y yo le seguimos – Disculpadme. Creo el la necesidad del baño me reclama – delo la servilla sobre la mesa, dirigiéndose al baño. Edward y yo nos quedamos a solas. Completamente en silenció hasta que Edward decidió hablar.
- Sabes que puedes confiar en mí cariño. – me cogió de la mano.
- Gracias – me solté. Me sentía extraña cuando Edward me tocaba. Ya no era lo mismo. Ahora él era pareja de Laura, y yo …. Supongo que la de Mikel. – Pero estoy bien, no hace falta que te preocupes –
- MmmM, tan testaruda como siempre –
- No más que tu, Edward – ambos sonreímos y volvimos al grano de nuestro plato. En cuestión de minutos Laura apareció y seguimos con aquella bonita comida.

[FinalFlashBack]

Apenas quedaban cinco minutos para que fueran las diez. Me encontraba justo en frente de la puerta de Mikel. Un taxi me había dejado a unos cuantos metros de la casa de Mikel. Un coche y una furgoneta se encontraba aparcados justo detrás de el de Mikel. ¿Sería el coche de Hugo?, supongo que si. Mire mi reloj, las diez más que justas. Aun con mi pulso temblando a causa de los nervios, toque el timbre.

- Mi amor – abrió Mikel. Me recibió con un grandísimo beso. – Te estábamos esperando – me quedo atónita al ver lo que estaba viendo. Mikel, tenía una toalla liada a la cintura. Su pecho se hacía desnudo. Supongo que debajo de la toalla no tendría nada. Uf, note como mis piernas comenzaron a temblar. - ¿Te encuentras bien cariño? –
- Si – sonreí –
- Bien. Hugo nos esta esperando. – me cogió de la mano. Me dirigió a una habitación de la cual nunca había estado. Ni si quiera me fije en ella. Estaba justo al lado de la estantería.
- Oh – exclame al entrar. Era un estudió fotográfico bastante grande. Un sofá enorme se encontraba en una de las esquinas. Una alfombra en suelo también. Muchos focos y luces. Cámaras y un pequeño grupo técnico de cuatro personas, más Hugo su representante.
- Desi, querida – me cogió de la mano. Dejando sobre mis nudillos un beso. – Te estábamos esperando – no dije nada. Simplemente me limite a sonreír y a recibir ordenes. – Tranquila, todo será un éxito. Mikel, llévala a que se cambie. En cinco minutos aquí – Mikel asintió y me acompaño hasta su habitación para que así me cambiará.

[….]

Me sentía extraña ante tanta miradas. Al menos tenía la tranquilidad de que Mikel posaría conmigo y sería todo más fácil. O eso quería pensar.

- Venga que vamos con retraso. – empezó a ordenar Hugo. –
- Desi – me llamó Mikel – Tenemos que quitarnos la bata. ¿Recuerdas?. Las fotos serán desnudos. – oh, era cierto. Estaba tan nerviosa que todo se me olvidaba.
- Sí claro – me deslice la bata por el cuerpo dejándola caer al suelo.
- Oh, Desi – exclamó Hugo – Eres perfecta – agarró una cámara de fotos. Y empezó a echarme fotos. Mikel, asombrado me miraba desde una esquina. – Me encantas – comentó Hugo – Mikel, ponte a su lado. Esta sesión va a ser perfecta – Mikel, se acercó hasta mí. Primero se quito la bata. Dejando al descubierto su perfecto cuerpo. Me ruborice al mirarlo. Nunca me lo habría imaginado así de …. ¿perfecto?. Oh si, esa era la palabra adecuada.
- Estas preciosa, te amo – me susurró al oído.

….

Sin duda había sido una noche bastante larga. La sesión la acabamos sobre la 4 de la madrugada. Apenas eran las 10 de la mañana y aun me encontraba acostada en la cama. Tenía un grandísimo dolor de cabeza. Apenas me acordaba de todo. Gire mi vista para la cama. De la sorpresa pegue un susto, cayéndome de la cama.

- Auch! –
- Desi, ¿estas bien? – preguntó Mikel. Joder, ¿Había pasado toda la noche con Mikel en su cama?. No llegaba a recordar nada. Estaba confusa y sin entender. Pero lo peor de todo era que ambos nos encontrábamos desnudos. ¿Qué había pasado después de la sesión de fotos?. –
- Solamente respóndeme a una pregunta –
- Sí claro – asintió –
- Que hago yo aquí, en tu casa …. Metida en tu cama y completamente desnuda –
- Oh, no te preocupes. Cuando terminamos la sesión de fotos te quedaste dormida sobre el sofá. Pensé que no era conveniente llevarte al hotel a esa horas de la noche. Te lleve hasta mi cama y para que estuvieras más cómoda te quite la bata. Yo me acosté y hasta ahora que te estoy viendo desparramada de una manera un tanto graciosa en el suelo – río. Rápidamente me levante y con la sabanas me cubrí el cuerpo.
- ¿Y no paso nada más, no? –
- Oh Desi, que cosas tienes. No creo que ambos pudiéramos haber tenido relaciones sexuales después de lo cansados que estábamos ayer.
- Uf, vale –
- ¿Te apetece desayunar antes de irnos al estudio? – preguntó.
- No, prefiero irme directamente. Edward y Laura se estarán preguntando por mi ausencia –
- Vale. Vistámonos entonces. En quince minutos estaremos allí

[….]

Al llegar al estudio me sorprendí por el gran jaleo que había en una de las salas.
Mikel y yo nos acercamos y nos asomamos para ver que pasaba. Para mi sorpresa, Edward se encontraba discutiendo con Luis y el representante de Mikel, Hugo. Laura, unos pasos más atrás se encontraba sujetando a Edward.

- Ambos merecemos una explicación de esto. – gritó Edward. Sobre la mesa tiro una especie de carpeta con varias fotos. Oh, esas fotos …. ¿pero como? –
- ¿Hugo?, ¿Luis? – preguntó Mikel conmigo cogido de la mano. Edward, junto con Laura me lanzaron una mirada muy poco amistosa. Desvié mi vista hacia la mesa. Las fotos que se encontraban sobre ella, era la de la noche anterior. ¿Cómo habían salido tan rápido?. Estaba tan confusa.
- Será mejor que hablemos en privado – comentó Hugo. – Luis, Mikel, ¿podríais acompañarme a mi despacho?. – Ambos asintieron y se marcharon. Ahora, me quede a solas junto a Edward y Laura.
- Yo – me decidí a hablar – Puedo explicarlo, yo – fue interrumpida.
- ¿Cómo has podido Desi? – escuché duramente las palabras de Edward sobre mí. Tenía ganas de salir corriendo y de llorar. Estaba realmente enfadado conmigo.

Un viaje a París - Capítulo 24.

~ Un viaje a París - Capítulo 24.


Parecía ser que Laura no tenía ninguna intención de cubrirse con la toalla, ni de dejar de seducirme. Mi cuerpo seguía temblando, estaba nervioso, e inquieto.

- Aun no me has respondido, ¿porque estas tan nervioso?. -
- ¿Yo?, ¿nervioso?. No .... simplemente estoy algo acalorado. Como comprenderás no soy de piedra al tenerte así frente a mí. - intenté controlar la respiración. No agitarme y dejar que mis hormonas se revolucionaran de nuevo. Bastante había tenido con no caer con Desi momentos antes. Laura río picara ante mi respuesta.
- Me gusta saber esto -
- Sí, pero - me levanté cogiendo de nuevo la toalla del suelo. - Será mejor que te tapes .... o al final acabaras cogiendo un resfriado. ¿No querras ponerte pachucha, no?. - la tape con la toalla. Laura se giró hacia mi y suspiró.
- Si resfriarme significa tener a mi chico todo el día encima .... - me beso - no me importaría la verdad - ambos sonreímos. Esta chica era de lo que no era.
- Ajam - sonreí.
- ¿Que tal si dejamos la toalla a un lado y me tapas con tus brazos? - se abrazo a mi cuello.
- Laura, Laura .... no seas traviesa y ponte la toalla -
- ¿Y si no quiero? - bajo sus manos hasta el principio del pantalón. Se entretuvo por unos minutos con mi cinturón, cosa que me ponía al máximo y por poco pierdo el control.
- Serás castigada - sonreí pícaramente -
- MmmM .... ¿a que esperar para castigarme, papi? -
- .... hoy no, otro día - le di un beso sobre los labios. La tape de nuevo con la toalla y la senté sobre la cama. - Dime - me dirigí hacia el armario - ¿Que ropa quieres ponerte? - la escuche bufar entre dientes.
- Déjalo, ya voy yo. -
- Esta bien, como quieras - sonreí satisfecho. Me tumbe en la cama para observarla mejor.


[ Desde los pensamientos de Edward ]

....

Hacía como unos quince minutos que Mikel llevaba de retraso. ¿Donde se había metido?. Estaba nerviosa, me urgía hablar sobre el tema de mi relación con él .... según Edward. No entendía nada.

- Desi - escuché, era Mikel. - Perdón por el retraso - me beso en los labios - no sabes la de tráfico que me ha pillado camino hacia aquí. Si lo se vengo andando y tardo menos - sonrío. Luego se sentó en el banco. - Bueno, ¿de que querías hablarme?. -
Pensé que de pie no sería una buena manera de entablar una conversación. Mejor sentada por si las piernas me fallaban a causa de los nervios.
- Que le dijiste exactamente a Edward el día del desfile -
- Oh - exclamó. - Es eso. Bueno, la verdad. - volvió a sonreír tan feliz.
- ¿La verdad?, ¿Que verdad? -
- Mi verdad. Te amo Desi. - se levantó, poniendo frente a mí. Me agarro de las manos y me miro con dulzura. - No dije nada que tu no supieras. Voy a luchar por ti. - Ajam, muy bien. Pero, ¿que tenía que ver la pulsera en todo esto?. ¿Porque Edward se muestra tan diferente?.
- ¿Va todo bien cariño? - preguntó.
- Que le dijiste sobre la pulsera. -
- Bueno, le dije que con esto te estaba demostrando todo lo que verdaderamente sentía por ti. Se sorprendió - hizo una pausa - pero también vio que ya no tenía posibilidades -
Ahora lo entendía todo. Como Edward me evitaba. Sus comentarios fuera de lugar. Su autocontrol por no ser como era antes conmigo, aquel chico pícaro y cariñoso. ¿Porque se había rendido tan fácilmente ante Mikel?. ¿Tanto rencor le tenía?.
- No debiste decirle aquello. – entristecí
- Lo siento, no quería .... - me cogió de la barbilla para que le mirara - Si supieras lo tantísimo que te echado de menos hoy. - me beso.
- ¿Ah si?. ¿Como cuanto? - pregunté.
- Muchísimo. Estaba tumbado, echándome la siesta .... y no ha habido momento que no pensará en ti. En tus labios, en todo. - volvió a besarme, yo me deje llevar.


[ .... ]

Estuvimos dando una pequeña vuelta por el parque. Apenas hablamos, sobre todo yo. Estaba ausente, pensativa. Estaba haciendo lo que Edward me había sugerido momentos antes. Tenía que aclarar mis ideas. Pero sobre todo, mis sentimientos. Mikel me amaba, cada día me demostraba su cariño y amor. Pero, Edward .... él había renunciado a mí. Estaba con Laura solo para olvidar. A no ser que ese cariño en verdad se estuviera convirtiendo en amor. Había demasiado silencio, Mikel prefirió entablar un nuevo tema de conversación un tanto extraño.

- Desi - me cogió de la mano - Me gustaría comentarte una cosita. - su tono de voz sonaba algo preocupante. Estaba nervioso y la mano con la que me tenía a mi cogida le sudaba.
- Dime -
- ¿Te acuerdas de aquellas fotos que te tome en mi casa, con aquel conjunto tan sexy? - me estremecí al recordarlo. Era inevitable no acordarse. Aquel conjunto era demasiado provocativo.
- Ajam - asentí.
- Bueno - se llevo la otra mano que le quedo libre a la cabeza. - Espero que no te moleste, pero hice una pequeña cosita con aquellas fotos - dibujo una débil sonrisa en los labios. ¿Que quería decir con había echo una pequeña cosita con las fotos?. Decidí agarrarme con más fuerza a su mano por si me caía del susto al suelo.
- ¿Que hiciste?, Mikel .... -
- Pues .... bueno, me gusto tanto la forma en que posaste. Como te sentaba aquel conjunto .... que .... se las enseñe a mi representante -
- ¿Que hiciste que?. - pegue un grito lo suficientemente fuerte para que Mikel se agarrara a una de las farolas que estaban por el camino.. -
- Tranquila, no te pongas así. - intentó tranquilizarme - Igualmente hay una buena noticia -
- ¿Una buena noticia?. Me estas diciendo que le has enseñado aquellas.... oggggg y me dices que ¿hay una buena noticia? - intenté no arrearle una guasca del coraje,
- Sí - me intentó tranquilizar. - Le gustas Desi. Tu forma de posar, de ponerte frente a la cámara. Le cautivo por completo. Quiere hablar contigo mañana nada más llegar al estudio. Tiene un nuevo proyecto que proponerte. -
- ¿Un nuevo proyecto?, ¿que tipo de proyecto? - un montón de preguntas se me hacían hueco en mi cabeza.
- No creo que sea el más conveniente para decírtelo. Ya sabes .... a mi representante le gusta dar bonitas sorpresas - sonrió. Ah no, a mi no me iba a dejar con el gusanillo de saber que sería aquel nuevo proyecto.
- Cariño - pase uno de mis dedos por su cuello, estremeciéndole. - ¿Que tal si me lo dices y no ahorramos el sopapo que tanta ganas tengo de soltarte? - le dedique una sonrisa.
- Méteme entonces ese sopapo .... pero no puedo decirte nada. -
- Esta bien, tu ganas -
- Esa es mi chica - me dio un beso sobre la mejilla.
- Pelota -

Decidí no decir más por aquel día. Aun dando un paseo, Mikel me acompaño hasta el hotel. Nos despedimos y enseguida me subí a la habitación. Laura, se hacía ya durmiendo. Sin hacer mucho ruido, me cambie, me puse el pijama y me acosté. Mañana vería las cosas con otra claridad.

....

Todos, nos habíamos levantado súper temprano. Desayunamos y nos dirigimos hacia el estudio. Estaba vez le tocaba a Edward y a Laura posar solos. Parecía ser que Rafa le había echo el favor y las parejas volvían a ser las de antes. Desde una de las esquinas, apoyada sobre la pared .... observaba a Edward. Era tan bello, tan fresco frente a las cámaras.

- Desi - me llamo Mikel. - Mi representante quiere hablar contigo - me susurró muy bajito. No pude negar que me puse lo bastante nerviosa y que las piernas me temblaron. Asentí y nos dirigimos hacia el despacho donde se encontraba su representante. Pude sentir como la mirada de Edward se clavaba ante mí. Hugo, así se llamaba el representante de Mikel. Era un tipo bastante joven, informal en su manera de vestir, pero serio y un cierto rostro bastante pícaro.
- Así que tu eres la maravillosa chica de las fotos ¿no? - asentí, mis mejillas comenzaron a ponerse coloradas. - Déjame felicitarte .... tienes un gran talento frente a las cámaras. Además, ese conjunto te sienta la más de bien - le dirigió una pequeña sonrisa de complicidad a Mikel. Cosa que apenas me gusto. - Pero bueno, te he citado aquí para comentarte un nuevo proyecto que llevo días planeando -
- Usted dirá -
- Se que tu sueño es dedicarte a esto de la pasarela profesional. ¿no? - asentí, así era. - Bien. Me gustaría que trabajaras para mí, junto con Mikel. Que dejaras la otra compañía y te vinieras a esta.
- Oh - exclame - La verdad no me esperaba este tipo de propuesta. ¿De que tratarían las fotos?. - pregunté.
- De nudismo claro esta -
- ¿Queeeeeee? - pegue un salto de la silla. Mikel me agarro de los hombros, intentando mostrar seguridad y protección. - Creo que no he escuchado del todo bien. Ha dicho usted, ¿nudismo? -
- Sí, así es. Has escuchado perfectamente cariño. Las fotos se os harán desnudos, sin nada encima. - se levantó de la silla, dando unos cuantos pasos hacia la ventana de su despacho. - No te preocupes - tuvo que ver mi cara de sorpresa y de sin saber que decir. No tenía palabras para describir aquella nueva propuesta de trabajo - Mikel te ayudara en todo. Tiene cierta practica en esto -
- Espera, ¿Mikel? - me gire hacia él. Este me sonrío y se agacho muy cerca para susurrarme ....
- Simplemente tienes que dejarte llevar Desi. Que dices, ¿aceptas? -
- ¿Podría pensármelo?, no se .... es una decisión un tanto importante. -
- Por supuesto, tomate el tiempo que quieras. - se volvió a sentar en la silla, frente a mi. - En cuanto tengas una respuesta házmela saber, o .... si lo prefieres díselo a Mikel, él me lo hará saber de inmediato.
- De acuerdo, y gracias -
- No hay de que. - me beso la mano. - Oh, Mikel. -
- ¿Si? -
- Ya sabes lo que tienes que hacer. Infórmale de las normas de esta empresa. -
- Así será, hasta luego -

[....]

Hacia ya rato que me encontraba en el camerino de Mikel. Se estaba cambiando.
Mientras lo esperaba .... me puse a pensar en aquella proposición de Hugo. Dejar a Luis y a mis amigos, aquel sueño que juntos había empezado. Irme con Mikel y posar desnuda frente a las cámaras. No era una cosa que me agradara mucho, pero .... era una nueva experiencia. Un nuevo reto que probar. ¿Que ganaba con seguir trabajando con Edwardl y Laura?. Edward no quería trabajar conmigo. Esta decidido, así lo haré.

- ¿Se puede saber el porque de que estés tan pensativa? - salió Mikel del baño, preguntando.
- Acepto. - dije.
- ¿Que? - parece ser que Mikel no me había entendido.
- Acepto trabajar contigo en esa nueva publicidad y con tu representante. - me apresure a decir. No quería arrepentirme en el último momento.
- Perfecto - susurró. Se acerco hasta mí. Me rodeo con sus brazos y me beso con demasiado deseo. - En cuanto termine la sesión hablare con Hugo. Estará encantado de tenerte trabajando con nosotros. - le sonreí, que más podía hacer. – lo harás muy bien – volvió a unir sus labios con los míos.


....


- Muy bien, así es Jacob. Saca todo eso león que llevas escondido -

No muy lejos de donde se encontraba Desi, Edward, Mikel y Laura .... Jacob, se encontraba trabajando en una nueva sesión de fotos. Sara, su prometida, se hallaba sentada en uno de los taburetes. Observaba y de vez en cuando, cuando Jacob le miraba, le dedicaba una sonrisa. No podía dejar de pensar en la noche anterior, y en el aquel desliz junto a Mikel. Durante todo ese tiempo en que decidió no saber nada más de Mikel. Pero, parecía ser que aun seguía siendo demasiado débil para contenerse a las caricias y a los besos de Mikel.


‘’Oh Sara, tienes que olvidarte de lo de anoche. Fue un desliz, simplemente eso. Amas a Jacob y te vas a casar con él’’.


- Mi amor – le llamo Jacob – ¿Me pasas la camiseta que tienes al lado tuya? –
- Sí claro, ten –
- Gracias – le beso en los labios. Tuvo que notar aparte el nerviosismo de su prometida – Cariño, ¿te ocurre algo? – preguntó, preocupado.
- No no, solo que …. Estoy algo agobiada. No tienes de que preocuparte –
- Oh – exclamó – Eso lo arreglo yo en un periquete – Jacob, se acerco a su representante. Hablo unas palabras con él y después volvió hacia donde se encontraba su chica. – Jorge me ha dejado unos cuantos minutos de descanso. ¿Nos vamos al camerino? – preguntó muy pícaramente. Sara asintió y ambos se dirigieron hacia allí.


[….]


Jacob, llevaba como unos cinco minutos masajeando los hombros de su chica.

- Si que estas algo tensa. ¿Se puede saber el porque de que estés así? –
- Bueno …. – no sabía ni por donde empezar – Seguro que es por tanto viajar, que si el trabajo –
- Oh …. Siento si te estoy agobiando con todo esto de la fotos. No quiero que te sientes presionada en acompañarme. Podías haberte quedado en casa con mi hermana. Ir preparando juntas lo de la boda. Apenas no queda nada para ser marido y mujer – la beso con amor. Sara sonrió y después desvió la vista hacia otro lado. Ahora se sentía mal por haberle engañado con su mejor amigo. –
- No, para nada. Yo quería acompañarte en este viaje y me siento muy feliz por estar a tu lado. Por la boda no te preocupes, seguro que a tu hermana y a mi nos dará algo de tiempo en prepararlo todo. Solo necesito relajarme y pensar en otra cosa –
- ¿Pensar en otra cosa? – preguntó muy pícaro Jacob – Creo que puedo ayudarte – se quitó en un visto y no visto la camiseta. Mostrando su pectorales y perfectísimo cuerpo. Sus labios hicieron presión con los de Sara. Esta, se dejo llevar. A pesar de haber tenido aquel desliz con Mikel, ella …. Amaba a su chico. Le encantaba sentirse protegida entre sus brazos. Sintiendo el calor de su cuerpo sobre el suyo.

Jacob, cogió en brazos a su chica y la tumbo sobre el sofá que había en el camerino. Poniéndose el sobre ella, volviendo a sus labios. En cuestión de minutos …. Ambos se encontraban sin ropa alguna cubriendo sus cuerpos. Sara, gimió tras sentir como Jacob se prepara para hacerla suya. Estaban ansiosos y desesperados. Sudorosos, y eso que aun no había empezado lo más grande.

- Te amo, preciosa – le susurró Jacob, haciéndola suya sin más.

En aquel momento, Sara olvido todo lo ocurrido con Mikel. Ahora sus pensamientos eran solo y exclusivos para Jacob. Él, tenía un encanto que le hacía olvidarse de todo. Sentirlo y quererlo solamente a él sin más. Justo en ese momento, en que los dos se encontraba en lo más profundo de su relación sexual, tocaron la puerta ….

- ¿Jacob? ¿estas por hay? – se escuchó al otro lado de la puerta. Era Jorge, el representante de Jacob. –
- Me parece que vamos a tener que dejar esto para un poquitin más tarde. Me he sobrepasado los minutos. – río Jacob. Sara le dedico una sonrisa, luego lo beso.
- No te preocupes cariño. –
- ¿Jacob? – volvieron a tocar la puerta con insistencia.
- Voy, cinco minutos – dijo. Luego se volvió a su chica – Te prometo que luego seguiremos con esto. Te amo, Sara. – la beso antes de volver a la sesión de fotos –


….


- ¿Qué tanto andas con Hugo y Mikel? – me preguntó Edward. Me asuste tras escucharlo. Estaba tan metida en mis pensamientos. Pensando en si había echo bien o no en aceptar aquel nuevo proyecto junto a Mikel, que ni si quiera me había dado cuenta de que Edward estaba a mi lado y que me hablaba.
- Lo siento, ¿me decías? –
- ¿Ocurre algo?, no se …. Te noto preocupada y muy distante esta mañana – preguntó. Estaba algo preocupado por mí.
- ¿Ahora te preocupas por mí?, pensé que te molestaba –
- Oh Desi, no digas tonterías …. – me cogió de las manos – Sabes de sobra que siempre que te ocurra algo estaré preocupado por ti. Pero dime, aun no has contestado mi pregunta. ¿Qué ha pasado en ese despacho? – tenía mucha insistencia en saber. No podía decirle nada. Les había fallado, aunque todavía no había echo la sesión de fotos. Se cabrearán conmigo en cuando se entere y vean las fotos.
- ¿Y? – preguntó de nuevo insistiéndome.
- Nada – me apresuré a contestar – Solamente le acompañe. Tenía que recoger unos papeles. –
- Si tu lo dices – contestó – A todo esto, ¿Dónde anda tu querido Mikel? – preguntó con cierta ironía.
- Ha ido a la otra sala fotográfica. Rafa le ha mandado a por un carrete que se dejo allí –
- MmmM, vale – sonrío, y se giró en busca de Laura. Oh, cuanto me entristecía el verlo juntos. Pero también tenía que reconocer que me alegraba por Laura.


[ …. ]


Mikel, se entretuvo por unos minutos con Susana en la recepción. Luego, se dirigió hacia la sala fotográfica donde se encontraba Jacob.

- Pero mira a quién tenemos aquí …. –
- Mikel …. – se chocaron las manos.
- Que, ¿trabajando? –
- Uf, si. Tengo que terminas estas fotos hoy para mandarlas a un director de cine –
- Oh, me alegro mucho tío –
- Gracias –
- Y que – echo una ojeada a su alrededor - ¿Has venido solo? –
- No, Sara se encuentra en el camerino. Últimamente anda algo estresada. Y más desde ayer. La he dejado tumbada en el sofá para que se relaje un poco –
- Ajam – asintió –
- ¿Y tu?, ¿Qué haces por aquí?, que pasa …. ¿te han entrado ganas de posar conmigo? –
- Ja Ja Ja Ja – río – No, he venido a por un carrete de fotos que se dejo nuestro fotógrafo ayer. Lo necesita urgentemente –
- Los carretes se encuentran en la puerta que esta al lado de mi camerino. –
- Gracias, voy entonces a ver si lo encuentro –
- De acuerdo, hasta ahora –


[….]


Sara, se encontraba aun echada en el sofá del camerino de Jacob.
Necesitaba relajarse un poco. Mikel, que paso justo por al lado, recordó las palabras de su amigo Jake. Sin dudarlo, entro dentro.

- ¿Jacob? – preguntó Sara - ¿Puedes desabrocharme el sujetador y hacerme otro ligero masaje? –
Mikel, se acerco sin hacer mucho ruido. Se sentó en un lado del sofá. Poso sus manos sobre la cintura de esta. Moldeo y masajeo cada rincón de sus hombros. – MmmM Jacob, ¿desde cuando tienes una manos tan talentosas? –
- Gracias. Siempre me ha gustado escucharte eso. –
Sara, al escuchar el tono del chico se giró.
- ¿Mikel? –
- El mismo – le sonrío –
- ¿Qué estás haciendo aquí? – Preguntó.
- He venido a recoger una cosilla y me he encontrado contigo. No sabes cuanto te echo de menos desde lo de anoche y…. –
- Mikel, para – se sentó de golpe – Lo de anoche fue un error, tienes que olvidarte de eso –
- ¿Y si no me apetece? – se fue acercando a sus labios. Rozándolos, pero sin besarlos.
- Mikel – susurró –
- Oh Sara, te deseo – la beso con demasiada fuerza. Sara, se dejo llevar y entrelazo sus brazos al cuello de Mikel. Este, la cogió a pulso y ambos se adentraron en el baño del camerino.

sábado, 30 de enero de 2010

Un viaje a París - Capítulo 23.

~ Un viaje a París - Capítulo 23.

Entre besos y caricias, Mikel y Sara se dejaron llevar hasta la habitación de él.
De un portazo abrieron la puerta. Ni si quiera miraban por donde iban. Mikel, cogió en brazos a Sara. La llevo hasta la cama y la tumbo salvajemente. Llevaba el carmín del pintalabios, corrido por ambos lados de la boca al igual que él. Su camisa estaba algo desabrochada, ya que Sara mientras subían se dedico a ir desabrochando cada uno de los botones. Tan solo quedaban cuatro que Mikel termino de desabrocharlos. Tiró la camisa al suelo, y luego los zapatos. Se subió a la cama como un león en busca de su presa. Estaba serio pero su mirada era pícara y divertida. Fue subiendo hasta llegar a la zona base de Sara, sus labios. Los rozo primero, con suavidad. Luego los beso con ansias, y deseoso. Ella, llevo sus manos hacia el cuello de este. De vez en cuando le tiraba del pelo y hacía presión en su espalda. Mikel suspiró ante aquello. Comenzaba a hacer calor, bastante. Las manos de Mikel se deslizaron hasta la camisa de la chica. Desabrocho también los pocos botones que le quedaban, y se deshizo de la camisa tirándola al lado de la suya. Sus labios se separaron de los de ella. Ahora tenían otra cosa mejor que hacer. Se inclinó hacia el vientre de la chica. Poso su frente y después sus labios. Su legua era la que entraba ahora en acción, subiendo por todo su vientre hasta llegar a la altura de sus pechos. Cubiertos aun por el sujetador. Sara, suspiraba por cada relamida que Mikel daba a su paso hasta llegar a la altura de ella. Era imposible controlar aquella situación. Los dedos de Mikel se adentraron por la espalda de la chica, buscando el principio del broche del sujetador. Le costo al principió un poco, pero luego no hubo problema. Se deshizo de el en un momento, dejando al aire libre aquellos pechos que tanto había extrañado. Sonrió al recordar alguna que otra escena pasada con ella años atrás.

- Siguen estando perfectos – susurró Mikel. Bajo hasta ellos y con su lengua los surco, los mordió con delicadeza. Sara gimió ante aquello. Se agarro con fuerza de las sabanas intentando mantener la calma y la situación.
- De siempre te ha gustado hacerme sufrir Mikel. Sería mentir si me extrañara –
- Cierto. Eres muy apetitosa. No sabes las ganas que tengo de llegar a tu zona, mi zona. – dejo sus pechos a un lado, luego seguiría un poco más. Ahora, le interesaba bajar hasta la zona de su vientre. Sara, llevaba una falda corta. Que para Mikel no supuso un problema, se deshizo de ella tan pronto al igual que sus pantalones. Ahora, tan solo una prenda interior los cubría a ambos.
- No te entretengas más. Acaba lo que has empezado. – gimió. Mikel sonrió y asintió haciendo caso a su insistencia de seguir con aquello.
- No sabes la de veces que he soñado con volver a tenerte así, entre mis brazos gimiendo y sufriendo de placer. Tus pechos, todo …. – la volvió a besar.

En un visto y no visto ambos se quedaron sin nada cubriendo su cuerpos. Desnudos se hacía uno encima del otro. Sus piernas entrelazadas y el calor de su cuerpos. Mikel, prefirió seguir haciendo sufrir a su compañera. Sus besos seguían besando los suyos. Una de sus manos acarició su cuerpo bajando hasta su vagina. Donde se paró y se entretuvo con ella. Sus dedos eran ahora cómplices. Sara gimió tras sentir como sus dedos se introducían dentro de su vagina y comenzaban a desesperarla. Deseaba tanto o más que Mikel que la hiciera suya y acabara con todo aquello. Había sido demasiado débil y ahora no se podía echar para atrás. Mikel gozo durante unos instantes de cómo Sara se retorcía de placer entre sus brazos. Después, la cogió en brazos. Él se sentó sobre la cama, poniendo sobre él a Sara. Sentada. Sus piernas se entrelazaron en las caderas del chico, al igual que sus brazos en su cuello. Mikel sonrío y beso a la chica. Luego su miembro hizo a honor a lo que venía ahora, el momento de único placer extremo entre ellos. Se deslizo entre sus piernas, adentrándose con mucha fuerza para después ir con delicadeza y despacio. Los jadeos y gemidos eran lo único que se llegaban a escuchar entre aquella cuatro paredes de la habitación del chico. Pero para Mikel aquello le parecía poco. Cogió de nuevo en brazos a Sara y la estampo contra la pared, no de una forma muy severa. Siempre le daba tu toque de fuerza pero a la vez delicadeza. La volteo quedándose de espaldas hacia él. Se apoyo sobre ella mientras se entretenía ahora con su cuello. Sara, se encontraba arrinconada y sus uñas se quedaban clavadas en la pared. Mikel la cogió de la cintura subiéndola más hacia arriba. Uniéndola a la suya. De nuevo, su miembro hico acto ante aquello. Se unió de nuevo en ella, volviendo a formar aquella banda sonora de gemidos, jadeos y suspiros.

[….]

Para ambos aquel reencuentro había sido una maravilla. A pesar de los tantos reproches que Sara se haría después. Los dos, se encontraba ahora tumbados en la cama. Sara, dormía sobre el pecho de Mikel. Este con los brazos detrás de su cabeza sosteniéndola, pensaba. Había sido una gozada. Algo que con Desi había estado muy lejano. Justo en ese momento su tfn comenzó a sonar, era ella. Desi.

- Mi amor, ¿Qué tal? – susurró Mikel muy bajito. Lo normal para que Sara no le llegará a escuchar.
- ¿Qué ocurre, porque hablas de esa manera tan baja? –
- Estaba dormido y me acabo de despertar, ¿quieres algo? –
- Bueno …. Quería saber como estabas y saber si podemos vernos más tarde. Necesito hablar contigo de una cosa un tanto importante – se escucho muy preocupada.
- Si si, dentro de media hora me tienes allí –

Mikel, se tensó al escuchar a Desi tan preocupada. ¿Qué había pasado ahora?. Sara, comenzó a despertarse entre el pecho de Mikel. Este le dedicó una sonrisa. Sara, al ver donde estaba y en que estado, se incorporó de la cama, cogiendo su ropa y comenzándose a vestir.

- Ey, ¿Qué ocurre? –
- Esto no tenía que haber pasado Mikel. No, joder, ¿Qué pasa si se entera de esto Jacob?, no tenía que haberme dejado llevar por esto. –
- No te preocupes tanto cariño. Si ambos no queremos Jacob no se tiene porque enterar – se levantó de la cama. Se acerco a ella y la pego a su cuerpo. – No sabes cuanto ansiaba volver a recordar estos momentos. Ha sido alucinante el volver a disfrutar de tus besos, de tus caricias y de ti al completo. Sigues siendo aquella chica única y fantástica que llegue a recordar. –
- Tu también has estado fantástico. Nunca pensé que llegaría a echar tanto de menos tus caricias y tus besos, pero …. – se separó de él. – Esto quedará entre nosotros y te olvidarás de mí. Ahora estoy comprometida y pronto me casaré. –
- No creo que pueda olvidarme de ti después de esto. – la beso con ansias. Sara le siguió pero luego se separó, se termino de vestir y salió de allí a toda prisa. Mikel se sentó sobre la cama y sonrío victorioso.

….

Edward y Laura aun se encontraban en el comedor del restaurante.

[ Desde los pensamientos de Edward ]

Mi cuerpo aun seguía temblando a causa de los nervios.
Contemplar a Desi con sus pechos desnudos frente a mí, no había sido tarea fácil.
Tuve que controlar mis hormonas, mis deseos de tirarme sobre ella. Besarla. Acariciar cada rincón de su escultura y hacerle estremecer entre mis brazos una y otra vez. Hasta quedar totalmente agotados, sin fuerzas donde seguir con aquel deseo de ambos.
Tenía que contenerme. Por mi, por ella …. Ahora era la pareja de Mikel. Y Laura, era la mía.

- Te noto muy pensativo hoy – me distrajo aquella voz dulce y tierna de mi chica. - ¿En que estas pensando? – su mano agarro la mía.
- En nada importante. ¿Te has quedado con apetito? –
- Uf, ya creo que no. Todo ha estado delicioso. – poso una de sus manos sobre su vientre, como si estuviera del todo llena y así complacerme.
- Me alegra saberlo – le bese el dorso de la mano. – Voy a pagarla cuenta –
- Vale, yo mientras voy un momento al baño. ¿Nos vemos en el hall del hotel? – asentí. Luego me dirigí a pagar la cuenta.

Antes de salir del restaurante, un muchacho me llamo por mi nombre. Era Alejandro, un buen chico de servicio que trabajaba en el hotel.

- Dime Alejandro, te noto sofocado –
- Es que llevo un poco de prisa, tenga – me alargo un sobre – es para usted.
- Oh, gracias – le di a cambio una propina por su esfuerzo en buscarme y entregarme aquel misterioso sobre. No tenia remitente ni una nota por encima. –
- Gracias, si me disculpa – asentí.

- ¿Quién me mandaba aquella carta?.
Decidí abrirla aun dentro del restaurante.

‘’ Es importante que nos veamos y hablemos.
No podemos seguir así.
Te espero esta noche en la terraza del hotel a la diez.
Besos. Desi’’

Vaya, me lleve una gran sorpresa al ver que Desi era la que había escrito aquello.
Quería verme y hablar. Cosa que me ponía un tanto nerviosa.
El echo de estar ya a solas con ella en mitad de la noche era un tanto incomodo.
Siempre que ha querido hablar conmigo de una manera un tanto apacible, he acabado seduciéndola. Espero que esta vez pueda controlarme y saber estar con ella si poder seducirla con tan solo el susurrar de mis labios.

- Oh, pero si sigues aquí – era Laura. Rápidamente me metí la nota en el bolsillo trasero del pantalón. Por ahora no quería preocuparla. A la noche me encontraría con Desi y hablaría con ella.
- Disculpadme, me entretuve charlando con uno de los camareros. –
- Disculpado – sonrío.
- ¿Qué tal si salimos a dar una vuelta?. Aun es temprano. –
- Vale –

Necesitaba sentir el aire fresco sobre mis mejillas. Estaba algo acalorado y como no preocupado.

[ …. ]

Mi reloj marcaba apenas las diez. Quedaba unos 4 minutos.
Había dejado a Laura en la habitación, duchándose. Le había dejado una pequeña nota para que no se alarmara al no verme allí junto a ella. No creo que tardará mucho en mi conversación con Desi. Apenas serían unos cuantos minutos.

Al llegar a la terraza, ella ya se encontraba allí. Estaba echada sobre la barandilla. Estaba realmente preciosa. ‘’Oh Edward, contrólate’’. Tuvo que escucharme llegar, mis pasos sobre el suelo. Se giró y me dedico una débil sonrisa. Yo hice lo mismo.

- Me alegro de que hallas venido –
- Sí, bueno. No tengo mucho tiempo. Laura …. Me esta esperando. ¿Qué querías decirme? –
- Oh – exclamo. – Claro, tu chica …. Entiendo. Seré breve, no te quiero quitar mucho tiempo. – sonrío de nuevo muy débil. ¿Dónde estaba aquella sonrisa coqueta y triunfadora?. – Edward – se aproximó a mi. Llegue a temblar por un instante al sentirla tan cerca. Su olor, su temblor …. - ¿Qué he hecho mal?. No se, alguna explicación habla para que pueda entenderlo –
- No te sigo Desi. –
- Tu actitud conmigo …. – se aproximo a mí de nuevo. Sus pasos eran muy cortos. Pero apenas ya se notaba la distancia entre nosotros. Me gustaría que se quedará donde estaba. – no es la misma. Me miras con mala cara. Sueltas comentarios fuera de lugar hacia mí. Ni me dedicas una sonrisa, y si lo haces …. Es con mucha desgana. ¿Qué he hecho mal para que tu estés así conmigo? –
- Como si no lo supieras –
- No, no lo se. Por eso te cite aquí. Necesitaba saber …. Una explicación. Algo. – dio otro paso hacia mí. Oh, que no se acercará más. Bastante tuve con tenerla frente a mí medio desnuda.
- Mikel me lo contó todo. No hace faltas que disimules – decidí moverme y apoyarme sobre la barandilla. Mira hacia otro punto donde no fuera solamente ella. Controlarme e intentar llevar la situación.
- ¿Mikel? – susurró. - ¿Qué te contó?. –
- La pulsera, tu pulsera. Lo se todo Desi. – hice un gran esfuerzo y me giré de nuevo hacia ella – Puedes estar tranquila, no me meteré entre vuestra relación. – sonreí. Una sonría un tanto forzada.
- ¿Relación? Espera, no creo que …. –
- Tranquila. Mikel me lo explico todo. Disfruta de él y se feliz. Yo haré lo mismo con Laura. Ella me ama y yo ….
- Y tu no la ama…. – le interrumpí antes de que acabara la frase completa.
- Yo estoy aprendiendo a quererla. –
- Oh – otro exclamo de sorpresa. – Si es así, disfruta. Ya veo tu insistencia por conseguirme se desvaneció – se giró, dándome la espalda.
- No consigas volverme loco – la agarre del brazo – Sabes de sobra las ansias que tengo de besarte, acariciarte y sentirte junto a mí. Pero …. Tu lo elegiste. Preferiste mil veces a Mikel antes que a mí. No puedo competir Desi. No soy así. –
- Yo no, Mikel … -
- Dejemos las cosas tal y como están. Créeme, será mucho más fácil si te controlas e intentas aclarar tus ideas. – le acaricié la mejilla. Mi bello se puso de punta al igual que el de ella. Nuestros roces eran deseados.
- ¿Y tu la tienes claras? –
- Bueno, se puede decir de una manera que si. Pero …. – me acerque a ella. Mi mano derecha se adentro entre su pelo, posándose en la nuca. – aun, no se si puedo llegar a controlarme cuando te tengo cerca. Eres, demasiado para mí. –
- A mi me pasa lo mismo …. Creo. Cuando te tengo cerca me siento confusa, pero – le volví a interrumpir. –
- Shhhhhhs …. No digas nada. El echo de estar aquí contigo ya es suficiente el control de contenerme. No sabes las ganas que tengo de salir de aquí, corriendo. – le miré. Ella tembló.
- Edward …. –
- Si lo que te preocupa era el perderme como amigo …. – hice una pequeña pausa. – Tranquila, siempre que me necesites aquí estaré. Solo que, intenta no seducirme cada vez que nos encontremos. Créeme, será mucho más fácil. Además, a Mikel no creo que le haga mucha gracia – río.
- ¿Otra vez?. Mikel no –
- Pero – con mi otra mano, la que me quedaba libre. Pose uno de mis dedos sobre sus labios. – Antes, déjame hacer una cosa. Necesito saciar mis ansias. – me acerque muy lentamente hasta ella. Sus labios y los míos quedaron a tan solos unos pocos centímetros. Rozándose primero, para después unirlos y sentirlos como míos. Desi, se sorprendió. Lo sentí, pero luego se dejo llevar con más ansias que yo. Sus manos se fueron hacia mi pelo. Lo agarro con fuerza tirando de él. Mi cuerpo se estremeció. Tuve que volver a controlar mis hormonas, separarme de ella.
- Será mejor que me valla –
- Sí – susurro.
- Laura deberá estar preguntándose en donde estoy. No quiero preocuparla –
- Sí, claro – se separó de mi. Con sus manos llego a frotarse los brazos. Hacía bastante fresco.
- Nos vemos mañana – me dirigí hacia la puerta.
- Vale –

[….]

Laura, se encontraba en la habitación aun liada en una toalla. Su pelo estaba húmedo y gotas de agua recorrían su cuerpo. Esto era lo que me faltaba por ver. No necesitaba tener más calentón. Quería estar relajado sin ninguna chica donde pudiera revolucionar mis hormonas.

- ¿Dónde te habías metido?. Acabo de leer tu nota – le di un beso sobre sus labios húmedos.
- Salí a dar una vuelta. Estaba algo agobiado y acalorado – me adentré en la habitación. Deje mi chaqueta sobre la silla y me giré, alarmado. - ¿Qué haces? – Laura, había dejado caer su toalla sobre la moqueta del suelo. Se hacía ahora completamente desnuda frente a mí.
- No se, tengo calor. ¿Tu no?, uf …. Hace bastante – meneo sus caderas acercándose hasta la coqueta. Cogió un peine y cepillo su pelo. Las gotas aun seguían surcando su silueta.
- Vas a pillar un resfriado como sigas estando así – cogí la toalla del suelo y la tape. Estaba nervioso y tuvo que notármelo.
- Soy yo o te encuentro esta noche un tanto ¿nervioso? – dejo de nuevo caer la toalla al suelo. Se acerco a mi y me beso. Ambos nos sonreímos y de nuevo volví a temblar.

Un viaje a París - Capítulo 22.

~ Un viaje a París - Capítulo 22.


- Edward, ¿te ocurre algo? – note un tono preocupante en su voz. Hacía como media que no había articulaba palabra. Nos encontrábamos en mi camerino. Aun seguía pensando en aquella escena entre Mikel y Desi, besándose.
- Estoy cansado solamente – sonreí, e intente desviar el tema hacia otro punto.
- ¿Seguro?, desde que hemos terminado el desfile estas muy callado – la senté sobre mi regazo. Luego le acaricié la mejilla.
- Segurísimo. Es solo eso, cansancio. – ambos nos sonreímos – Ah, por cierto – le miré pícaramente. La cogí de la cintura y la pegue mucho más a mi cuerpo. – ¿Con que me amas no? – Laura me miró sorprendida. Comenzó por instantes a ponerse como un tomate de rojo.
- Edward yo – le interrumpí.
- Me amas – le dije. Laura, se echo sobre mi pecho. Quería ocultarse ya que le daba vergüenza.
- Olvídate de eso ¿si?, estaba excitada y no sabía lo que decía –
- Lo de excitada no te lo niego porque lo estabas – reí. Laura se puso mucho más colorada e hizo más presión contra mi pecho para que no le viera la cara. – Pero – le levanté la barbilla – Pero lo otro no lo dijiste por lo excitada que estabas, sino porque verdaderamente es lo que sientes – le acaricie con uno de mis dedos la mejilla.
- Tienes razón, a ti no te puedo engañar. Me pillas demasiado rápido – reímos – Pero, sera mejor que olvides de lo que te dije – se levantó de mi piernas.
- ¿Por qué? –
- Desi …. – me miró por fin.
- ¿Desi?, ¿Qué tiene que ver ella en todo esto? –
- Tu la amas ¿no?. Yo no tengo nada que hacer con eso – me dio la espalda Hace apenas unos minutos yo también pensaba que en realidad amaba a Desi, sí, podría ser que aun sintiera algo por ella. Pero ese amor que tanto había esperado se rompió. Laura, me amaba, ¿Por qué no intentarlo con ella y ser feliz?.
- Laura – la giré. Sus ojos estaban brillantes a causa de las lágrimas que aparecían al principio de sus ojos. – A la persona con la que quiero compartir mi amor y ser feliz, es contigo – sonreí.
- Estas de guasa, ¿No? -
- Nunca he dicho algo con más verdad que esto – me acerque muy despacio a sus labios. Rozándolos, para después besarlos.

[ Desde los pensamientos de Edward ]


….


Después del gran éxito de anoche con el desfile, otro nuevo día se habría en la ciudad de París. Hoy, volvíamos a tener una nueva sesión de fotos. Quería estar fresca y preparada. Me duche, me arregle y baje a desayunar al restaurante del hotel. Aun era muy temprano, las 10:00 de la mañana. Había muy poquita gente. El servicio del hotel y algún que otro turista desayunando y preparando su rutina para hoy. A los pocos minutos después, Edward apareció junto con Laura por la puerta de la cafetería. No pude evitar expresar en mi rostro un cierto aire de sorpresa al ver lo que estaba viendo. Edward, tenía agarrada la mano de Laura. Se besaban y sonreían felices. ¿Qué estaba pasando aquí?. ¿Que me había perdido?.

- Buenos días Desi – me saludó Laura nada más verme. Ambos se sentaron en la misma mesa que yo.
- Buenos días – respondí. Edward, me dedico una sonrisa, yo se la devolví.
- Mi amor, ¿Qué te apetece hoy de desayunar? – preguntó Edward, pasando uno de sus brazos por lo hombros de ella.
- Lo que tu vallas a desayunar cariño, tampoco tenemos mucho tiempo – sonrió.
- Muy bien, enseguida vuelvo – dijo Edward. Se dirigió hacia la barra para pedir el desayuno.

En todo el desayuno no dirigí apenas la palabra. Solo asentía, me encogía de hombros o simplemente me negaba. Me era difícil el ver a Edward y Laura, juntos. Era extraño y a la vez doloroso para mí. ¿Porque?, eso era lo que verdaderamente me preguntaba. Al terminar de desayunar, cogimos un taxi y nos dirigimos hacia el estudio. Allí, Luis junto con Mikel y otro productor que no conocía nos esperaban.

- Muy buenos días chicos. Simplemente deciros que ayer estuvisteis alucinantes. Ahora a trabajar que tenemos mucho que hacer. –

Dentro, Rafa estaba preparando el siguiente escenario fotográfico. Todo era bastante hot. Era yo o ¿íbamos a hacer otra sesión pornográfica?.

- Chic@s – nos llamo la atención nuestro fotógrafo, Rafa – Tenéis 15 minutos para cambiaros y arreglaros. Tampoco tendréis que poneros mucho. – sonrío y volvió a lo suyo.

[….]

Laura y yo ya estábamos casi terminados. Otra vez la sesión de foto era para una marca de ropa interior. Simplemente llevaríamos la parte de abajo. Parece ser que a Rafa y a mucha gente le gustaron nuestra perolas.

- ¿Estas lista? – le pregunté a Laura mientras me ponía una bata hasta llegar al estudio.
- Sí, lista y preparada. ¿Vamos? –
- Espera – le cogí del brazo. - ¿Puedo hacerte una pregunta?. –mi amiga solo asintió. - ¿Estas saliendo con Edward?.
- Me alegro de que saques este tema tu y no yo. Me hubiera gustado haberlo hablando antes contigo, pero Edward esta mañana ya lo demostró todo. – comenzó a sonrojarse. – Espero que no te moleste. No se si …. Sientes algo por él. –
- No no, para nada. Me alegro mucho por vosotros. – le abrace con fuerza, aunque por dentro estaba algo triste y confusa – Después de tanta espera lo has conseguido cari, tienes el amor de Edward – le sonreí, al igual que ella a mi.

Ambas, nos dirigimos hacia el estudio. Allí, Mikel y Edward charlaban con Luis. Iban muy sexy. Llevaban un tanga y por lo demás nada.

- Chicas – dijo Luis – Os estábamos esperando –

Nos acercamos aun con la bata puesta. Laura se puso al lado de Edward y yo al lado de Mikel. Este, me sonrió y yo le devolví la sonrisa.

- Hoy vamos a hacer un pequeñito cambio –
- ¿Un pequeñito cambio? – preguntó Edward - ¿A que te refieres? –
- Hoy la parejas no seréis la de siempre para las fotos. Queremos y la gente quiere cosas nuevas. Gustáis mucho lo sabéis. Vamos a poner esto a cien ¿si? – se fue hasta Rafa. – Laura tu posarás con Mikel. Y Desi tu con Edward. –
- ¿Queeeeeeeeee? – aclamamos Edward y yo a la misma vez por la sorpresa. Edward me miró serio. Rápidamente le aparte la mirada. Me ponía bastante nerviosa el que me mirara así.
- ¿Es necesario este cambio?. No se …. Laura y yo …. –
- Sí, tenemos que hacer cosas nuevas para que la gente siga comprando esta ropa – se explicó Luis, pasando de nuestras quejas.
- ¿De verdad que no se puede cambiar? –
- Que no Edward. ¿Por qué tanta insistencia en querer trabajar con Laura?. ¿Es que acaso ocurre algo con Desi? – se cruzo de brazos. Edward no dijo nada, nos miro a todos y en especial a mi. Se le notaba que no estaba a gusto con la decisión de Rafa y de Luis. ¿Por qué?, eso me gustaría a mi saber.
- Esta bien, comencemos entonces –

Rafa, nos dio las indicaciones que quería para esta nueva sesión de fotos. Las batas tenían que estar fuera. Solo nos cubriría la parte de abajo y las manos de los chicos en nuestros pechos. Mikel, se apoyo sobre la pared. Laura se echo sobre él, dándole la espalda completamente. Mikel, tenía que meter sus manos entre los brazos de la chica. Abrazándose a ella y cubriendo con sus pecho con las manos del chico. Edward, miró de reojo como Mikel abrazaba a su chica. Suspiró y volvió hacia mí. Edward y yo, nos encontrábamos de lado hacia la cámara de fotos.


Ambos, teníamos que estar de frente. Nuestra miradas estarían presentes en todo momento. Mis pechos, se encontraba desnudos ante él. Estaba nerviosa y me temblaba todo el cuerpo. Ni si quiera apenas me había llegado a tocar. Rozar, puede ser. Edward, mostraba seriedad, enfado, y algo nervioso también estaba. Le incomodaba mucho más que a mí aquella situación. Pero, no era mi culpa. Hace apenas una semana los dos éramos los grandísimos amigos de toda la vida. Baje de mis pensamientos al sentir los dedos de Edward sobre mi piel. Más exactos, mis pechos. Sus manos temblaban al igual que mi cuerpo en aquellos momentos.

La sesión de fotos apenas duro media ahora. Seguro que para ambos habían pasado horas. Ya había terminado y junto con Laura me encontraba en nuestro camerino. Me había vestido y cambiado un poco el maquillaje. Laura, aun seguía con la bata puesta. Se estaba desmaquillando frente al espejo.

- Creo que voy a ir a ver a Mikel por un momento -
- Vale -
- Hasta ahora, no tardaré -
- De acuerdo, tomate tu tiempo no hay ninguna prisa - dejo escapar una risilla. Sabía perfectamente a lo que se había referido.

Me encamine hacia el camerino de los chicos. Sin quererlo e imaginarlo, pase por una puerta la cual me llamo mucho la atención. Se encontraba entre abierta y dos voces provenían desde adentro. Me incliné con mucha delicadeza sobre la puerta. Sin hacer mucho ruido e evitar que se abriera. Las dos voces eran muy conocidas para mí. Se trataba de Edward y de Luis.

- ¿De verdad que no se puede hacer nada por cambiarlo?. No se, tu tienes muchas influencias y lo conoces bien. Pídele que volvamos a como estábamos antes -
- Pero, ¿porque tanta insistencia Edward?. ¿Acaso te molesta tanto el trabajar con Desi? - seguramente no llegaba a entender como yo el porque de que Edward no quisiera trabajar conmigo. ¿Tanto daño le había echo?. Simplemente el estar bien con Mikel y ser su amiga. Porque eso era lo que yo me consideraba, una amiga aunque con derecho a roce. Mikel era demasiado suelto. No le costaba darme un beso en los labios. Abrazarme o seducirme a cualquier hora del día.
- No es eso Luis. Yo me entiendo y no me gustaría entrar en detalles. -
- Entiendo. Esta bien, intentaré hablar con Rafa y explicarle un poco por encima algo convincente para que se lo crea. Aunque, no te aseguro nada por ahora. -
- Perfecto. Gracias Luis, sabía que podría contar contigo - escuche como sus manos se chocaron en el aire.

No quería que me descubrieran. Corriendo, me fui de vuelta al camerino de chicas. Más tarde Laura, Edward y yo nos dirigimos hacia el hotel en un taxi. Mikel, se quedo un rato más ultimando algún que otro detalle con Luis y su representante oficial. Luego lo llamaría o nos veríamos más tarde para dar una vuelta. Durante el camino hacia el hotel, no hable ni si quiera hice el más mínimo ruido. Solo escuchaba las risas y los besos de Edward y Laura al mi alrededor. Los coches pitando a la fuera del taxi. La radio que el conductor del taxi tenía puesta. Que ganas tenía de llegar al hotel, ducharme e intentar relajarme. Tuve que insistirle mucho a Laura para que me dejara irme a la habitación. Quería que comiera con ellos.

- Anda Desi, vente - me suplico varias veces. Edward se encontraba de pie a su lado, observando con atención pero si entrar en detalles.
- Otro día, ¿si?. O quizás esta noche, una cena ¿te parece?. -
- Esta bien, una cena. -
- ¿Nos vemos entonces luego? - pregunté esperando que Laura no cambiara de idea y siguiera insistiendo en la comida. Para mi alivio asintió.
- Nos vemos y no faltes - ambas sonreímos y luego asentí. Le dedique una media sonrisa a Edward. No me atrevía a hacer mucho más. Parecía que en cualquier momento me iba a saltar con algunos de sus comentarios fuera de lugar. Él me la devolvió y sin detenerme más me subí a la habitación.

Nada más llegar me duche y me relaje con el albornoz puesto sobre la cama. Pensaba e intentaba atar cabos sobre la actitud de Edward ante mí. ¿Que había echo para que él estuviera molesto conmigo?. No llegaba a ninguna conclusión. Tenía que hablar con él. Pero, no quería hacerlo delante de Laura. Además me daba verguenza acercarme a él y pedirle unos minutos de conversación. Cosa extraña para mí. Tampoco me detuvo mucho tiempo en pensar en como hacerlo. Lo haría de la forma más sencilla y fácil para mí. Cogí un trozo de papel de un blog mío de notas. Apuntes unas cuantas palabras, lo metí en un sobre y llame a Alejandro. Un chico muy amable que trabajar en el hotel. Enseguida toco en la puerta de mi habitación. Le di unas indicaciones y desapareció entre los pasillos del hotel. Más tarde si el aceptaba hablaría con él.


....


Mikel, aun se encontraba en el estudio de grabación. Había estado hablando con Luis y con su actual representante. Había tenido una conversación un tanto interesante. Mikel sonreía pícaramente mientras se dirigía a la puerta principal para salir de local. Como todos los días, al pasar por recepción se despidió de Susana la recepcionista. Pero, algo más le llamo su atención, aparte de ver siempre a Susi como él le llamaba radiante. Una chica, de pelo moreno, alta, y delgada, se encontraba apoyada sobre la pared. Su rostro .... para Mikel era demasiado familiar.

- No, no puede ser ella .... - se quito las gafas de sol. Ando unos cuantos pasos más adelante, poniéndose a una altura medianamente adecuada entre ella y él. - ¿Sara? - se atrevió a preguntar. La chica, se giro sobresaltada tras escuchar su nombre. Así tal cual se llamaba. Su rostro al igual que el de Mikel estaba lleno de sorpresa y confusión.
- ¿Mikel? - preguntó ahora ella.
- Eres tu, estas aquí .... ¿como....? - fue interrumpido por otra voz.
- ¿Mikel Hennet? -
- ¿Jacob Black? - preguntó sin palabras. Jacob, era un viejo amigo de Mikel desde la infancia. Después de los dieciocho años, los dos partieron por caminos muy diferentes. Habían perdido el contacto y apenas habían sabido de él. Solamente que a los dos les iba muy bien.
- El mismo al que ves. - se abrazaron muy fuerte - Tío cuanto tiempo ¿que es de ti? - preguntó.
- Bueno, ahora soy modelo profesional. Pero, ¿y tu?. Que cambiado estas. -
- Tampoco es para tanto - río - Ahora soy modelo como tu. Estoy por aquí por una sesión de fotos para una publicidad. -
- Valla, quién se lo hubiera llegado a imaginar. Jacob Black modelo al igual que yo - sonrieron.
- Seguro que nadie, pero - se giró hacia Sara - estoy siendo todo un maleducado. Mikel, ella es Sara mi prometida y futura esposa. Esperamos casarnos dentro de unos cuantos meses, unos cuatro aproximadamente. Mi amor - se dirigió ahora a su chica. Ella le miró un tanto nerviosa pero controlando la situación - el es Mikel, un gran y viejo amigo de la infancia.
- Encantado de conocerte, Sara - cogió su mano, dejando sobre ella un tierno y dulce beso.
- El placer el mío -

Anduvieron charlando durante unos cuantos minutos más. Jacob tenía una sesión de fotos y lo necesitaba al instante.

- Espero que nos veamos otro día. Nos quedaremos por unas cuantas semanas en París -
- Así espero, tenemos mucho de que hablar Jack - así le llamaban los amigos. Tras despedirse de él, se dirigió a Sara - Ha sido todo un placer el conocer a la prometida de uno de mis mejores amigos. - le dio dos besos con tanta delicadeza que puso llegar a susurrarle algo muy cerca de ella - Esta noche en mi casa. Ya sabes donde vivo -
- Un placer - susurró ella.
- Hasta luego Jack -


[....]


Habían pasado como unas siete horas desde que Mikel y aquella chica Sara se volvieron a encontrar después de tantísimo tiempo. Ya había anochecido y Mikel no paraba de dar vueltas de un lado para otro del salón. Desi, le había estado llamando de vez en cuando pero este prefirió no cogerle el tfn. Notaría con mucha rapidez su nerviosismo, ya que no podía dejar de estarlo. Minutos más tarde, el timbre de la puerta sonó. Mikel, se miró una vez más de las tantas que ya se había mirado en el espejo. Suspiró y abrió la puerta. Encontrándose de nuevo con aquella chica, Sara.

- No he podido venir antes. He tenido que disimular y crear una mentira convincente a Jacob para que no se preocupara por mi salida a estas horas.
- Aun no es muy tarde como para que se preocupe - le ofreció pasar. Ella aceptó y ambos se dirigieron a la zona del salón. Se sentaron sobre el sofá - ¿Te apetece tomar algo? - preguntó.
- Vallamos al grano ¿vale?. Que quieres de mí. - preguntó. Mikel sonrió y se echo sobre una copa un poco de aquella botella de licor.
- Simplemente quería verte y recordar viejos tiempos. Te fuiste muy rápido. -
- Tenía que irme. No podía seguir estando a tu lado por más tiempo. – se . Seguramente estaría recordando algo del pasado.
- Y te lo respeto - dijo Mikel sin preocupación.
- Entonces .... no tengo más nada que hacer aquí. Tú ya quedaste para mi en el pasado Mikel. Intenta hacerlo tu también conmigo - hizo el intento de irse. Mikel fue más rápido y la agarro del brazo pegándola a su cuerpo.
- He intentado hacerlo y creía haberlo conseguido. Pero .... - la apretó más contra su cuerpo. Sara suspiró ante la presión - Ha sido volver a verte y sentir aquel deseo placentero con tan solo verte que creía haber llegado olvidar. - los labios del chico, se fueron acercando a los de ella. Rozándolos, para después besarlos. Sara, en un principio siguió aquel beso. Pero por su mente comenzaron a pasar aquellos recuerdos que tanto le dolían, y Jacob. Ahora estaba comprometida con él.
- No Mikel - lo paró - No esta bien esto. Esos besos no pueden volver a ser recordados -
- ¿Porque no? Se que lo deseas tanto como yo. Sentir mi dedos surcando tu cuerpo desnudo sobre mi cama. Mi lengua surcando la tuya. Mis besos y mis caricias. Todo. - susurró. Luego sus labios comenzaron a besar su cuello y parte de su pecho. Su camisa estaba desabrochada por unos cuantos botones. Sara, en un principio intento separarse de él. Pero su debilidad por él fue más fuerte y se dejo llevar. Ahora ella era quién lo abrazaba y lo besaba con mayor deseo y desesperación. Mikel sonrió ante aquella nueva victoria lograda. - Sigues siendo la misma mujer deseosa y placentera de antes, no has cambiado nada - susurró, volviéndola a estremecer entre sus brazos.

miércoles, 20 de enero de 2010

Un viaje a París - Capítulo 21.

~ Un viaje a París - Capítulo 21.

Mis labios, se unieron a los suyos. Primero los roce para después surcarlos con mi lengua, así sintiendo la suya.
Laura, se abrazo a mi cuello. Sus dedos, se enredaban en mi pelo totalmente alborotado. Mis manos, bajaron hasta su cintura. Sus piernas se entrelazaron en mi cintura. La cogí en brazos. La tumbe sobre el frío suelo de la habitación. Se excito tras sentir el frío sobre su piel. Me incline hacia ella, para seguir disfrutando de sus labios. Acaricié cada rincón de su cuerpo. Estaba helada, tiritaba ante la excitación y el frío. Mis labios, comenzaron a bajar por su cuello, por sus hombros para seguir por su pecho y bajar hasta su vientre. Laura, tiro de mi pelo. Estaba que explotaba del placer.
Era una gozada tenerla delante de mí tan excitada del placer ante mis besos y mi lengua surcando su cuerpo.

- Edward - susurró mi nombre. La miré. - Haz lo que tengas que hacer pero hazlo ya .... - me suplicó de nuevo en un susurro.
- Tranquila pequeña - baje hasta su zona íntima. Aún tenía aquel fino tanga. Tenía que deshacerme de aquella inoportuna prenda. - Todo en su debido momento - concluí. Laura gimió al sentir mis labios sobre su vagina aun cubierta.
- Edward Cull.... - ni le deje terminar decir mi nombre y apellido completo. Mis labios taparon los suyos con un deseoso beso.
- Me vuelves loco, Laura - le susurré.

Seguir acariciando cada rincón de su cuerpo. Sus labios seguían mezclado con los míos en un inmenso placer y deseo. Baje hasta su tanga. Me entrtuve primero con el hilo de este, luego comencé a bajar sin mucha brusquedad. Laura, se encogió entre mis brazos. Gimió, luego me susurro ....

- Te amo, Edward - me incorporé de repente ante la sorpresa de sus palabras. Laura, al darse cuenta también de sus palabras, se incorporó. - Edward, yo .... no - Iba a responderle pero justo en ese momento tocaron la puerta. Era los masajistas. Parecía que el tiempo no había corrido tan deprisa para nosotros, había pasado exactamente una hora y media. Laura, se puso de pie y se volvió a tumbar sobre la camilla. Estaba colorada y no me miró en todo el rato en que los masajistas terminaron de darnos el masaje. Ahora sabía que en verdad me amaba, me lo había dicho.

[Desde los pensamientos de Edward]

....

- ¿Que tal me queda? - dijo Mikel, saliendo de uno de los probadores de la tienda. Se había probado unos pantalones vaqueros ajustados con una camiseta un tanto sexy. Era negra con pequeña roturas -
- Perfecto, estas guapísimo -
- ¿Si?, ¿no se me marcan mucho el paquete con este pantalón? - me preguntó tan a la ligera como si nada.
- No se, yo te los veo bien. ¿Te marcan lo justo no? - joder que preguntas me hacía.
- Si yo creo que sí. - se miró de nuevo en el espejo del provador. - Por cierto, ¿porque no te pruebas ese conjunto que tanto te ha gustado? - me miro pícaramente. Arquee la ceja por unos instantes.
- ¿Que? - dijo sin entender mi cara de expresión ante su pregunta.
- Nada, será mejor que te cambies y paguemos esto. - le cerré la cortina del probador. Mikel río y se cambio en cuestión de nada.

Pagamos y salimos hacia en busca de su deportivo.

- Ve abriendo tu, enseguida vuelvo – me dio la llaves de su coche.
- ¿A dónde vas? –
- Se me ha olvidado comprar una cosa, no me tardo nada.
- ¿Más compras?, pero Mikel …. Si te has llevado prácticamente la tienda entera – comencé a reír al igual que Mikel.
- No es para mí …. – se fue, dejándome con la palabra en la boca. ¿Cómo que no era para él?.

Había pasado un rato agradable de compras con Mikel. Ni si quiera me había fijado en la hora que era. Oh, las 8 de la tarde. Se me había echo demasiado tarde. Ya tenía que estar en el lugar donde haríamos el desfile. No me daba tiempo a ir primero al Hotel. En cuanto Mikel llego al coche con una bolsa un tanto misteriosa, nos dirigimos directamente hacia el lugar del desfile.

Tuvimos que entrar por la puerta de atrás, enseñar mi carnet para poder entrar. Mikel, aparcó en el Parking.

- ¿No entras dentro? – pregunté. Mikel se había dejado caer en su deportivo.
- No, entraré por la puerta principal para ver el desfile –
- Pero, yo puedo entrarte sin ningún problema. De la otra manera tendrás mucha cola, anda ven – insistí, le tiré del brazo pero nada sirvió.
- No en serio, prefiero entrar por la puerta. Ya sabes, no tengo muchas ganas de encontrarme con Edward. –
- Esta bien, siendo así. Luego nos vemos entonces, ¿vale? – le di un beso en la mejilla. Mikel antes de irme me cogió del brazo.
- Espera, antes quiero darte algo – saco del coche una bolsa, y me la dio.
- ¿Esto es para mí? – asintió.
- Ábrelo –
Comencé a abrir el pequeño paquete que había dentro de la bolsa. Estaba nerviosa, ¿Qué sería?.
Al principio, no atine con el fiso y tuve que romper el papel. Me encontré, con una pequeña cajita de un color plateado brillante. Al abrirla, mi cara de intriga se convirtió en sorpresa.
- Oh Mikel, es precioso –
- ¿En serio?, ¿Te gusta? – preguntó con una enorme sonrisa. Le había encantado sin ninguna duda mi expresión de alegría y sorpresa al ver su regalo. Mikel, me había regalado una pulsera de plata.
- Me encanta, no …. Tenías que haberte molestado –
- Sabes que para mí no es ninguna molestia, además es la única manera de que entiendas que te amo – cogió la pulsera, luego mi muñeca y la ajusto. – Te queda preciosa. - sonreí. No tenía palabras para describir aquel momento y aquello. Simplemente me tiré a sus brazos y le abrace. Mikel, prefirió agarrarme de la barbilla y besarme. Aquel beso que me hizo flotar.
- Mikel …. –
- Será mejor que te vallas, ¿no querrás que te echen una bronca por llegar tarde no? – arqueó una ceja. Reí.
- No claro que no. Luego nos vemos. –

Dentro, Edward y Laura ya se encontraba desde hacía bastante rato. Estaban en sus respectivos camerinos. Edward, se terminaba de probar la ropa para ultimar algún que otro detalle. Laura, se encontraba en maquillaje y peluquería. Estaba quedando radiante. Corriendo, me dirigí hacia mi camerino. Luis, me esperaba dentro. Su cara no mostraba mucho agrado la verdad.

- Lo se, llego tarde. Sorry – dejé el bolso sobre la mesa.
- Tienes 5 minutos para irte a maquillaje y peluquería –
- Sí –
- No te tarde más de los que has tardado – cerro de un portazo.
- Lo que usted diga – me dirigí hacia donde me había mandado.

Laura, se encontraba aun allí. Ya estaba maquillada y casi terminada de peinar. Le estaban dando algún que otro retoque. Estaba preciosa, radiante.
- Siento llegar tarde chicas – me disculpé ante la gente.
- Mira a quién tenemos aquí, si es la desaparecida –
- Hola a ti también – sonreí.
- ¿Dónde has estado?. Edward y yo no hemos parado de llamarte y de mandarte mensajes – Oh, se me había olvidado por completo encender de nuevo el tfn.
- Lo siento, se me olvidó. –
- Chicas, tenéis 25 minutos para terminaros del todo – dijo Luis, sin entrar dentro.
- Has estado con Mikel, ¿Verdad? –
- ¿Cómo lo sabes? – me eche sobre el asiento. La maquilladora comenzó a dejarme como una princesa. O eso quería parecer en esta noche.
- Intuición femenina, sabía que estarías con él. – río pícaramente, al igual que yo ya que no sabía que decir.
- Pues si he estado todo este tiempo con él, y no me preguntes más porque no te pienso contar nada –
- ¿Qué?, eh no se vale – – se cruzó de brazos. Yo reír pero igualmente pase de ella y sus insistencias en saber.

Más tarde, Laura se marchó hacia fuera. Luis tenía que hablar con ella ya que estrenaría el desfile. Edward se reunió más tarde. Poco después cuando me terminaron, me uní yo.

- Oh Desi, estas guapísima - exclamó.
- Gracias, aunque tu me ganas. Estas bellísima -
- Hay estoy totalmente contigo - saltó Edward para mi asombro.
- Edward - le dio un pequeño codazo Laura. Este, se encogió de hombros.
- Que, ¿acaso no digo la verdad o que? -

Laura, paso de sus palabras y se dirigió de nuevo al camerino.
Ahora, Edward y yo nos encontrábamos solos detrás del escenario.

- Dime, ¿donde has estado?. -
- Eso a ti no creo que te importe - hice el intentó de irme. Edward me cogió del brazo, tirando hacia él.
- Oh, yo creo que sí. -
- Suéltame, me estas lastimando - intenté soltarme pero no pude.
- Esta bien, mi intención no es hacerte daño - sonrió.

....

[ Desde los pensamientos de Edward ]

Mi intención no era el lastimarla ni mucho menos.
En todo el día hasta ahora no había sabido de ella, estaba preocupada y enfadado.
Seguramente habría estado con Mikel, cosa que hace que me repatee entero.
Aparte, aun seguía confundido. Si tanto sabía ese amor que Laura sentía por mi, ¿porque me sentía tan confuso?.
Tenía que hablar con Desi, pedirle una disculpad por mi comportamiento.
Me encamine hacia el camerino donde se encontraban las chicas. Para mi asombro y alegría, la puerta se encontraba entre abierta. Me incliné para poder escuchar algo mejor, Laura y Desi se encontraban hablando de como no .... Mikel.

- ¿Y porque no ha entrado contigo? -
- Prefería entrar por la puerta principal y ver el desfile. No si ya estará en la cola, creo que se iba a esperar un poco en el parking hasta que la cola fuera desapareciendo -
- Oh, que mono él -
- Sí, lo es.

¿Con que el señorito Mikel estaba esperando aun fuera?, interesante.
No quise interrumpirlas, tenía mejores cosas que hacer. Mi disculpad con Desi podía esperar. Aun quedaba como media hora para que el desfile empezará. Decidí dar una vuelta por el parking.

A fuera, Mikel se encontraba andando sin rumbo. Sin duda, estaba esperando a que la cola fuera cediendo de gente. Típico de él. Desde siempre nunca le había gustado los agobios y estar metido entre la gente esperando. No se me vio o noto escucho mis pasos, rápidamente se giro hacia mí. Su cara de alegría esperando a que fuera su amada Desi, se convirtió en desagrado.

- Hola Mikel - le salude con una cierta ironía.
- Que estas haciendo aquí .... -
- Bueno, aun no empieza el desfile. Quise salir a sentir el aire fresco de la noche y mira con quién me he encontrado, con un tipo bastante desagradable. -
- Habla más por ti. - se encaró hacia mí. - Que pasa, ¿no te basto el guantazo que te metí el otro día que tienes ganas de más ? -
- A mi no me vaciles, Mikel -
- A mi tampoco querido amigo - dijo con una sonrisa.
- Esta bien, seré claro. ¿Te has dado cuenta de que Desi ya no te ama? -
- Fíjate que te equivocas - le miré extrañado. - Desi corresponde a mi amor. -
- No me hagas reír Mikel -
- ¿No me crees? - preguntó.
- Oh, por supuesto que no. Sabes que nunca volveré a confiar en ti -
- Muy bien, cuando el señorito pueda .... fíjate en la muñeca derecha de Desi - me dio cierta información.
- Que pasa con su muñeca -
- Tu fíjate, hay te darás cuenta que ella correspondió a mi amor - se fue, dejándome solo.

....

Quedaba apenas unos minutos de nada para que el desfile diera su comienzo. Laura, Desi y yo nos encontrabamos detrás del escenario a la espera de las indicacciones de Luis.

- En 1 minutos empezamos - dijo.

Laura, se abrazó a mi totalmente nerviosa. Yo, le eche mis brazos por encima. Quería transmitirle seguidad y ánimo, todo en esta noche iba a salir a la perfección.
Desi, se encontraba al lado de Laura. Su mirada se dirigía entre las cortinas. Seguramente estaría buscando a Mikel.

- Mikel - susurré.

Recordé sus palabras antes de irse y dejarme solo en el parking. Rápidamente, mi mirada se centro en su muñeca derecha. Mi gesto fue de asombro al contemplar la pulsera que Desi llevaba puesta. Era cierto, Mikel por una vez no estaba mintiendo. Desi le había correspondido. En ese momento, sentí rabia y ganas de partirle la cara a alguién. Más en concreto a Mikel.

- Laura, vete preparando - dijo Luis. La chica, asintió y luego me miro nerviosa.
- Edward - susurró.
- Tranquila, vas a estar impresionante - le bese la mano.
- Gracias, tu también - sonrió - Mucha suerte, Desi -
- Gracias, igualmente a los dos - ni si quiera me miro.

[....]

El desfile fue todo un gran éxito.
A la gente y en especial a los críticos de moda le gustarón y diero por impresionante aquel desfile.
Desi, Laura y yo atrás del escenario saltabamos de alegría.

- Desi - escuché detrás de mí. Era Mikel, Luis le había dejado pasar en cuanto lo vió.
- Mikel - se tiró a sus brazos rápidamente.
- Has estado increíble mi amor -
- ¿Tú crees?, no se - sonrió.
- Creetelo preciosa, lo has estado - se fue acercando a sus labios para después besarlos.

En ese momento sentí como un dolor muy grande en el pecho se me formaba. Mis sentimientos, aquellos sentimientos hacia Desi se habían roto en mil pedazos.