domingo, 7 de febrero de 2010

Un viaje a París - Capítulo 25.

~ Un viaje a París - Capítulo 25.

Mikel, se aseguro de cerrar la puerta con pestillo. En cualquier momento Jacob podría aparecer.
Sara, se sentó en el retrete. Intentaba llevar la situación. Sobre todo rechazar los besos y caricias deseantes de Mikel. Le era casi imposible. Mikel, se agacho a la altura de la cintura de Sara. Sus manos acariciaron su pierna. Desde la rodilla hasta llegar al extremo de su pantalón. Desabrochando el botón principal y deslizando la cremallera hacia abajo. Sara, suspiró tras sentir el suave tacto de los dedos de Mikel por aquella zona. Este, sonrío victorioso. Y eso que acababa de empezar. Sus labios bajaron hasta el vientre de la chica. Besando por encima de la tela. Sara, se agarro a su pelo, tirando, intentando no gritar y que alguien la pudiera escuchar. Mikel, alzo su vista mirándola. Se incorporo y subió hasta los labios de la chica, donde los beso despacio para luego besarlos con desesperación. Sara, había perdido el control. Necesitaba sentir a Mikel. Sus besos, sus caricias. Como la hacía suya. Disfrutar de aquello que ambos ahora deseaban sin más. Despacio pero con ansias, fue desabrochando los botones de la camisa. Quitándosela, tirándola al suelo. Dejando relucir aquellos pectorales. Sus labios fueron besando cada rincón de su pecho y vientre. Mikel, suspiró unas cuantas veces. Le encantaba ver como Sara le hacía disfrutar de aquella manera. Pero no quería aun sufrir. Tenía que ser ella la que sufriera por sus besos y caricias. La cogió en brazos y la tumbo con fragilidad en el suelo. Luego se puso sobre ella. Se deshizo de la camisa, y luego del sujetador. Se entretuvo por un rato en sus pechos. Besándolos. Saboreándolos. Bajo después por su vientre para pararse en su zona favorita. Deslizo los pantalones por sus finas piernas. Ahora solo una prenda interior cubría su vagina. Aquella de la cual Mikel estaba enamorado.

- Si supieras cuanto la deseo – susurró. Luego adentro sus dedos por dentro de la ropa. Acariciando y entreteniéndose con su vagina. Sara, gimió entre dientes. Eso para ella era una locura sin más. Estaba excitada, necesitaba sentirse una vez más unida a Mikel.

Rápidamente, se aparto de él. Tirándolo al suelo y sentándose sobre su cintura. Mikel, sonrío muy pícaro. Sabia que Sara no le dejaría un mal sabor de boca. Ahora quería él sufrir. Ver como Sara se las apañaba para verle retorcerse de placer y locura.

- Soy todo tuyo, gatita –

Sus labios se unieron a los de él. Mordiéndole la lengua. Escuchando el gemido de Mikel tras aquel mordisco sin querer. Sus besos siguieron deslizándose por su cuello, pecho, vientre …. Hasta llegar al borde de su pantalón. Siguió en aquella zona, dejando pequeño toques de besos. Una de sus manos se entretuvo en bajar la cremallera. Adentrar la mano y acariciar el miembro del chico. Mikel deslizo sus uñas por la pared. Estaba enloqueciendo de placer. Sentir como las manos de aquella chica que tanto deseaba le hacía sufrir. Sara, al ver que Mikel estaba a punto de explotar, desabrocho el botón y se deshizo también de aquellos pantalones que no servían de nada en aquellos momentos puestos. Dudo en si seguir acariciando el miembro de Mikel. En si hacerle sufrir un poco más, tanto como él lo había echo con ella. Tuvo que darle al pena a ver la cara suplicante de Mikel. Deslizo también sus boxers. Al igual que se desprendía también de la única prenda de la chica. Ambos, se encontraba desnudos y calurosos. El cuarto de baño no era demasiado grande. Estaban apretujados y tenían que andar con cuidado para no tener que chocarse en ningún lado. Con cuidado de nuevo, Mikel tumbo a Sara sobre suelo. Tomando de nuevo él las riendas. Apoyando su caderas sobre la suya. Sara, suspiró ante de dejarse llevar con Mikel a aquel extremo placer. Entre abrió un poco sus piernas, para dejarle un poco más de espacio. Que todo fuera más rápido y fácil para ambos. Mikel, introdujo su miembro dentro de su vagina. Y ambos, comenzaron a fogar ante aquel deseado deseo y excitación de ambos.

….

- ¿Sara? – se escucho al otro lado del camerino. Era Jacob, después de despedirse de Mikel y de terminar las fotos que le quedaban, fue en busca de su chica. - ¿Estas hay? – volvió a preguntar.
- Contéstale – susurró Mikel muy bajito – Vístete, y llévatelo de aquí. No puede vernos así. –
- Sí – asintió. – Ya salgo, cinco minutos – gritó.
- Ok cariño, aquí te espero –

Sara, tardo esos cinco minutos en arreglarse e intentar verse lo mejor posible. Estaba algo sudorosa y acalorada. Se despidió de Mikel dándole un tierno beso sobre los labios. Tras salir, cerro la puerta del baño. Mikel se terminaría de vestir.

- Hola cariño – se besaron. Jacob la observo por unos segundos. La notaba algo extraña-
- ¿Te encuentras bien amor? –
- Si – susurro. Disimulo sentirse algo mareada. Se apoyo sobre Jacob, intentando no caerse al suelo – O eso creía. Estoy, me encuentro algo mareada. Debe ser el calor y el estrés. Pronto se me pasara. – sonrió. Jacob la miro bastante preocupado.
- ¿Quieres un poco de agua? O ¿Una toalla mojada? –
- NO .- le agarro del brazo. Jacob, tenía intención de dirigirse hacia el baño. Tenia que impedir que entrará y se encontrará a Mikel medio desnudo. Jacob, la miró sin entender. – No…. No necesito nada de eso.
- Dime entonces que necesitas – dijo.
- Te necesito a ti, Jacob. Solamente a ti – tiro de él, chocando sus labios contra los de él. Jacob, pilló la indirecta y ambos cayeron sobre el sofá del camerino.
- Pues seré solamente para ti – le susurró antes de besarla, acariciarla y hacerla suya sin más en aquel pequeño pero cómodo sofá.

[….]

- ¿Estas lista? – se termino de abrochar la camisa, Jacob.
- Sí. –
- ¿Vamos?. Me gustaría invitarte a ese restaurante del que tanto te he hablado –
- Oh, perfecto. Mi estomago ya empezaba a rugir de hambre – sonrieron ambos, saliendo por la puerta y dirigiéndose a comer.

Mikel, al ver que los dos se marcharon. Salió, apoyándose en el marco de la puerta. Pensando, y riendo a la vez por todo lo ocurrido momentos antes.

- ¡Guau! Como se lo montan. No estaría mal montar un trío – río para si mismo – Seguro que disfrutaría más de lo que estoy disfrutando ahora con mi gatita deseada. – cogió su chaqueta y salió de allí.

….

- Menos mal que te encuentro – escuche decir. Me gire para ver quién me hablaba. Era Hugo, el representante de Mikel.
- Oh Hugo, dime –
- Me ha contado Mikel que has aceptado formar parte de nuestra compañía – asentí - ¿Te gustaría empezar hoy mismo con la sesión de fotos? – me sorprendí. ¿hoy mismo?.
- ¿Tan pronto? – estaba dudosa. ¿Habría echo bien en aceptar aquel nuevo proyecto?. – Bueno, vale. ¿A que hora hay que estar aquí? –
- Oh, no te preocupes. La sesión de fotos será en casa de Mikel – o.o ¿Había escuchado bien?. ¿Las fotos se harían en casa de Mikel? – Sobre las diez te esperamos. No faltes preciosa – se marchó, dejándome totalmente aturdida.

Tuve que dejar los pensamientos a un lado. Laura, y Edward me hacían señales para que me fuera con ellos. La sesión de fotos por hoy había terminado. Bueno por mi parte no. Yo a la noche me tenía que reunir con Mikel, Hugo y supongo que el fotógrafo en casa de Mikel. Que extraño era todo esto.

[….]

Tuve que inventar cualquier excusa barata con tal de dejar contenta a Laura y Edward. Ambos, no habían parado de hacerme pregunta durante la comida y prácticamente toda la tarde.

[FlashBack]

- Estas muy rara, cuéntanos – insistía una y otra vez Laura.
- De verdad, estoy bien. Simplemente estoy algo cansada –
- ¿Seguro? – preguntó ahora preocupado Edward.
- Sí, seguro. ¿Podéis dejar de comportaros como si fuerais mi padres? – los tres reímos por aquello.
- Esta bien, y luego decimos que la cabezota soy yo. Tu me ganas y con puntos suficientes – río Laura. Edward y yo le seguimos – Disculpadme. Creo el la necesidad del baño me reclama – delo la servilla sobre la mesa, dirigiéndose al baño. Edward y yo nos quedamos a solas. Completamente en silenció hasta que Edward decidió hablar.
- Sabes que puedes confiar en mí cariño. – me cogió de la mano.
- Gracias – me solté. Me sentía extraña cuando Edward me tocaba. Ya no era lo mismo. Ahora él era pareja de Laura, y yo …. Supongo que la de Mikel. – Pero estoy bien, no hace falta que te preocupes –
- MmmM, tan testaruda como siempre –
- No más que tu, Edward – ambos sonreímos y volvimos al grano de nuestro plato. En cuestión de minutos Laura apareció y seguimos con aquella bonita comida.

[FinalFlashBack]

Apenas quedaban cinco minutos para que fueran las diez. Me encontraba justo en frente de la puerta de Mikel. Un taxi me había dejado a unos cuantos metros de la casa de Mikel. Un coche y una furgoneta se encontraba aparcados justo detrás de el de Mikel. ¿Sería el coche de Hugo?, supongo que si. Mire mi reloj, las diez más que justas. Aun con mi pulso temblando a causa de los nervios, toque el timbre.

- Mi amor – abrió Mikel. Me recibió con un grandísimo beso. – Te estábamos esperando – me quedo atónita al ver lo que estaba viendo. Mikel, tenía una toalla liada a la cintura. Su pecho se hacía desnudo. Supongo que debajo de la toalla no tendría nada. Uf, note como mis piernas comenzaron a temblar. - ¿Te encuentras bien cariño? –
- Si – sonreí –
- Bien. Hugo nos esta esperando. – me cogió de la mano. Me dirigió a una habitación de la cual nunca había estado. Ni si quiera me fije en ella. Estaba justo al lado de la estantería.
- Oh – exclame al entrar. Era un estudió fotográfico bastante grande. Un sofá enorme se encontraba en una de las esquinas. Una alfombra en suelo también. Muchos focos y luces. Cámaras y un pequeño grupo técnico de cuatro personas, más Hugo su representante.
- Desi, querida – me cogió de la mano. Dejando sobre mis nudillos un beso. – Te estábamos esperando – no dije nada. Simplemente me limite a sonreír y a recibir ordenes. – Tranquila, todo será un éxito. Mikel, llévala a que se cambie. En cinco minutos aquí – Mikel asintió y me acompaño hasta su habitación para que así me cambiará.

[….]

Me sentía extraña ante tanta miradas. Al menos tenía la tranquilidad de que Mikel posaría conmigo y sería todo más fácil. O eso quería pensar.

- Venga que vamos con retraso. – empezó a ordenar Hugo. –
- Desi – me llamó Mikel – Tenemos que quitarnos la bata. ¿Recuerdas?. Las fotos serán desnudos. – oh, era cierto. Estaba tan nerviosa que todo se me olvidaba.
- Sí claro – me deslice la bata por el cuerpo dejándola caer al suelo.
- Oh, Desi – exclamó Hugo – Eres perfecta – agarró una cámara de fotos. Y empezó a echarme fotos. Mikel, asombrado me miraba desde una esquina. – Me encantas – comentó Hugo – Mikel, ponte a su lado. Esta sesión va a ser perfecta – Mikel, se acercó hasta mí. Primero se quito la bata. Dejando al descubierto su perfecto cuerpo. Me ruborice al mirarlo. Nunca me lo habría imaginado así de …. ¿perfecto?. Oh si, esa era la palabra adecuada.
- Estas preciosa, te amo – me susurró al oído.

….

Sin duda había sido una noche bastante larga. La sesión la acabamos sobre la 4 de la madrugada. Apenas eran las 10 de la mañana y aun me encontraba acostada en la cama. Tenía un grandísimo dolor de cabeza. Apenas me acordaba de todo. Gire mi vista para la cama. De la sorpresa pegue un susto, cayéndome de la cama.

- Auch! –
- Desi, ¿estas bien? – preguntó Mikel. Joder, ¿Había pasado toda la noche con Mikel en su cama?. No llegaba a recordar nada. Estaba confusa y sin entender. Pero lo peor de todo era que ambos nos encontrábamos desnudos. ¿Qué había pasado después de la sesión de fotos?. –
- Solamente respóndeme a una pregunta –
- Sí claro – asintió –
- Que hago yo aquí, en tu casa …. Metida en tu cama y completamente desnuda –
- Oh, no te preocupes. Cuando terminamos la sesión de fotos te quedaste dormida sobre el sofá. Pensé que no era conveniente llevarte al hotel a esa horas de la noche. Te lleve hasta mi cama y para que estuvieras más cómoda te quite la bata. Yo me acosté y hasta ahora que te estoy viendo desparramada de una manera un tanto graciosa en el suelo – río. Rápidamente me levante y con la sabanas me cubrí el cuerpo.
- ¿Y no paso nada más, no? –
- Oh Desi, que cosas tienes. No creo que ambos pudiéramos haber tenido relaciones sexuales después de lo cansados que estábamos ayer.
- Uf, vale –
- ¿Te apetece desayunar antes de irnos al estudio? – preguntó.
- No, prefiero irme directamente. Edward y Laura se estarán preguntando por mi ausencia –
- Vale. Vistámonos entonces. En quince minutos estaremos allí

[….]

Al llegar al estudio me sorprendí por el gran jaleo que había en una de las salas.
Mikel y yo nos acercamos y nos asomamos para ver que pasaba. Para mi sorpresa, Edward se encontraba discutiendo con Luis y el representante de Mikel, Hugo. Laura, unos pasos más atrás se encontraba sujetando a Edward.

- Ambos merecemos una explicación de esto. – gritó Edward. Sobre la mesa tiro una especie de carpeta con varias fotos. Oh, esas fotos …. ¿pero como? –
- ¿Hugo?, ¿Luis? – preguntó Mikel conmigo cogido de la mano. Edward, junto con Laura me lanzaron una mirada muy poco amistosa. Desvié mi vista hacia la mesa. Las fotos que se encontraban sobre ella, era la de la noche anterior. ¿Cómo habían salido tan rápido?. Estaba tan confusa.
- Será mejor que hablemos en privado – comentó Hugo. – Luis, Mikel, ¿podríais acompañarme a mi despacho?. – Ambos asintieron y se marcharon. Ahora, me quede a solas junto a Edward y Laura.
- Yo – me decidí a hablar – Puedo explicarlo, yo – fue interrumpida.
- ¿Cómo has podido Desi? – escuché duramente las palabras de Edward sobre mí. Tenía ganas de salir corriendo y de llorar. Estaba realmente enfadado conmigo.

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