sábado, 30 de enero de 2010

Un viaje a París - Capítulo 22.

~ Un viaje a París - Capítulo 22.


- Edward, ¿te ocurre algo? – note un tono preocupante en su voz. Hacía como media que no había articulaba palabra. Nos encontrábamos en mi camerino. Aun seguía pensando en aquella escena entre Mikel y Desi, besándose.
- Estoy cansado solamente – sonreí, e intente desviar el tema hacia otro punto.
- ¿Seguro?, desde que hemos terminado el desfile estas muy callado – la senté sobre mi regazo. Luego le acaricié la mejilla.
- Segurísimo. Es solo eso, cansancio. – ambos nos sonreímos – Ah, por cierto – le miré pícaramente. La cogí de la cintura y la pegue mucho más a mi cuerpo. – ¿Con que me amas no? – Laura me miró sorprendida. Comenzó por instantes a ponerse como un tomate de rojo.
- Edward yo – le interrumpí.
- Me amas – le dije. Laura, se echo sobre mi pecho. Quería ocultarse ya que le daba vergüenza.
- Olvídate de eso ¿si?, estaba excitada y no sabía lo que decía –
- Lo de excitada no te lo niego porque lo estabas – reí. Laura se puso mucho más colorada e hizo más presión contra mi pecho para que no le viera la cara. – Pero – le levanté la barbilla – Pero lo otro no lo dijiste por lo excitada que estabas, sino porque verdaderamente es lo que sientes – le acaricie con uno de mis dedos la mejilla.
- Tienes razón, a ti no te puedo engañar. Me pillas demasiado rápido – reímos – Pero, sera mejor que olvides de lo que te dije – se levantó de mi piernas.
- ¿Por qué? –
- Desi …. – me miró por fin.
- ¿Desi?, ¿Qué tiene que ver ella en todo esto? –
- Tu la amas ¿no?. Yo no tengo nada que hacer con eso – me dio la espalda Hace apenas unos minutos yo también pensaba que en realidad amaba a Desi, sí, podría ser que aun sintiera algo por ella. Pero ese amor que tanto había esperado se rompió. Laura, me amaba, ¿Por qué no intentarlo con ella y ser feliz?.
- Laura – la giré. Sus ojos estaban brillantes a causa de las lágrimas que aparecían al principio de sus ojos. – A la persona con la que quiero compartir mi amor y ser feliz, es contigo – sonreí.
- Estas de guasa, ¿No? -
- Nunca he dicho algo con más verdad que esto – me acerque muy despacio a sus labios. Rozándolos, para después besarlos.

[ Desde los pensamientos de Edward ]


….


Después del gran éxito de anoche con el desfile, otro nuevo día se habría en la ciudad de París. Hoy, volvíamos a tener una nueva sesión de fotos. Quería estar fresca y preparada. Me duche, me arregle y baje a desayunar al restaurante del hotel. Aun era muy temprano, las 10:00 de la mañana. Había muy poquita gente. El servicio del hotel y algún que otro turista desayunando y preparando su rutina para hoy. A los pocos minutos después, Edward apareció junto con Laura por la puerta de la cafetería. No pude evitar expresar en mi rostro un cierto aire de sorpresa al ver lo que estaba viendo. Edward, tenía agarrada la mano de Laura. Se besaban y sonreían felices. ¿Qué estaba pasando aquí?. ¿Que me había perdido?.

- Buenos días Desi – me saludó Laura nada más verme. Ambos se sentaron en la misma mesa que yo.
- Buenos días – respondí. Edward, me dedico una sonrisa, yo se la devolví.
- Mi amor, ¿Qué te apetece hoy de desayunar? – preguntó Edward, pasando uno de sus brazos por lo hombros de ella.
- Lo que tu vallas a desayunar cariño, tampoco tenemos mucho tiempo – sonrió.
- Muy bien, enseguida vuelvo – dijo Edward. Se dirigió hacia la barra para pedir el desayuno.

En todo el desayuno no dirigí apenas la palabra. Solo asentía, me encogía de hombros o simplemente me negaba. Me era difícil el ver a Edward y Laura, juntos. Era extraño y a la vez doloroso para mí. ¿Porque?, eso era lo que verdaderamente me preguntaba. Al terminar de desayunar, cogimos un taxi y nos dirigimos hacia el estudio. Allí, Luis junto con Mikel y otro productor que no conocía nos esperaban.

- Muy buenos días chicos. Simplemente deciros que ayer estuvisteis alucinantes. Ahora a trabajar que tenemos mucho que hacer. –

Dentro, Rafa estaba preparando el siguiente escenario fotográfico. Todo era bastante hot. Era yo o ¿íbamos a hacer otra sesión pornográfica?.

- Chic@s – nos llamo la atención nuestro fotógrafo, Rafa – Tenéis 15 minutos para cambiaros y arreglaros. Tampoco tendréis que poneros mucho. – sonrío y volvió a lo suyo.

[….]

Laura y yo ya estábamos casi terminados. Otra vez la sesión de foto era para una marca de ropa interior. Simplemente llevaríamos la parte de abajo. Parece ser que a Rafa y a mucha gente le gustaron nuestra perolas.

- ¿Estas lista? – le pregunté a Laura mientras me ponía una bata hasta llegar al estudio.
- Sí, lista y preparada. ¿Vamos? –
- Espera – le cogí del brazo. - ¿Puedo hacerte una pregunta?. –mi amiga solo asintió. - ¿Estas saliendo con Edward?.
- Me alegro de que saques este tema tu y no yo. Me hubiera gustado haberlo hablando antes contigo, pero Edward esta mañana ya lo demostró todo. – comenzó a sonrojarse. – Espero que no te moleste. No se si …. Sientes algo por él. –
- No no, para nada. Me alegro mucho por vosotros. – le abrace con fuerza, aunque por dentro estaba algo triste y confusa – Después de tanta espera lo has conseguido cari, tienes el amor de Edward – le sonreí, al igual que ella a mi.

Ambas, nos dirigimos hacia el estudio. Allí, Mikel y Edward charlaban con Luis. Iban muy sexy. Llevaban un tanga y por lo demás nada.

- Chicas – dijo Luis – Os estábamos esperando –

Nos acercamos aun con la bata puesta. Laura se puso al lado de Edward y yo al lado de Mikel. Este, me sonrió y yo le devolví la sonrisa.

- Hoy vamos a hacer un pequeñito cambio –
- ¿Un pequeñito cambio? – preguntó Edward - ¿A que te refieres? –
- Hoy la parejas no seréis la de siempre para las fotos. Queremos y la gente quiere cosas nuevas. Gustáis mucho lo sabéis. Vamos a poner esto a cien ¿si? – se fue hasta Rafa. – Laura tu posarás con Mikel. Y Desi tu con Edward. –
- ¿Queeeeeeeeee? – aclamamos Edward y yo a la misma vez por la sorpresa. Edward me miró serio. Rápidamente le aparte la mirada. Me ponía bastante nerviosa el que me mirara así.
- ¿Es necesario este cambio?. No se …. Laura y yo …. –
- Sí, tenemos que hacer cosas nuevas para que la gente siga comprando esta ropa – se explicó Luis, pasando de nuestras quejas.
- ¿De verdad que no se puede cambiar? –
- Que no Edward. ¿Por qué tanta insistencia en querer trabajar con Laura?. ¿Es que acaso ocurre algo con Desi? – se cruzo de brazos. Edward no dijo nada, nos miro a todos y en especial a mi. Se le notaba que no estaba a gusto con la decisión de Rafa y de Luis. ¿Por qué?, eso me gustaría a mi saber.
- Esta bien, comencemos entonces –

Rafa, nos dio las indicaciones que quería para esta nueva sesión de fotos. Las batas tenían que estar fuera. Solo nos cubriría la parte de abajo y las manos de los chicos en nuestros pechos. Mikel, se apoyo sobre la pared. Laura se echo sobre él, dándole la espalda completamente. Mikel, tenía que meter sus manos entre los brazos de la chica. Abrazándose a ella y cubriendo con sus pecho con las manos del chico. Edward, miró de reojo como Mikel abrazaba a su chica. Suspiró y volvió hacia mí. Edward y yo, nos encontrábamos de lado hacia la cámara de fotos.


Ambos, teníamos que estar de frente. Nuestra miradas estarían presentes en todo momento. Mis pechos, se encontraba desnudos ante él. Estaba nerviosa y me temblaba todo el cuerpo. Ni si quiera apenas me había llegado a tocar. Rozar, puede ser. Edward, mostraba seriedad, enfado, y algo nervioso también estaba. Le incomodaba mucho más que a mí aquella situación. Pero, no era mi culpa. Hace apenas una semana los dos éramos los grandísimos amigos de toda la vida. Baje de mis pensamientos al sentir los dedos de Edward sobre mi piel. Más exactos, mis pechos. Sus manos temblaban al igual que mi cuerpo en aquellos momentos.

La sesión de fotos apenas duro media ahora. Seguro que para ambos habían pasado horas. Ya había terminado y junto con Laura me encontraba en nuestro camerino. Me había vestido y cambiado un poco el maquillaje. Laura, aun seguía con la bata puesta. Se estaba desmaquillando frente al espejo.

- Creo que voy a ir a ver a Mikel por un momento -
- Vale -
- Hasta ahora, no tardaré -
- De acuerdo, tomate tu tiempo no hay ninguna prisa - dejo escapar una risilla. Sabía perfectamente a lo que se había referido.

Me encamine hacia el camerino de los chicos. Sin quererlo e imaginarlo, pase por una puerta la cual me llamo mucho la atención. Se encontraba entre abierta y dos voces provenían desde adentro. Me incliné con mucha delicadeza sobre la puerta. Sin hacer mucho ruido e evitar que se abriera. Las dos voces eran muy conocidas para mí. Se trataba de Edward y de Luis.

- ¿De verdad que no se puede hacer nada por cambiarlo?. No se, tu tienes muchas influencias y lo conoces bien. Pídele que volvamos a como estábamos antes -
- Pero, ¿porque tanta insistencia Edward?. ¿Acaso te molesta tanto el trabajar con Desi? - seguramente no llegaba a entender como yo el porque de que Edward no quisiera trabajar conmigo. ¿Tanto daño le había echo?. Simplemente el estar bien con Mikel y ser su amiga. Porque eso era lo que yo me consideraba, una amiga aunque con derecho a roce. Mikel era demasiado suelto. No le costaba darme un beso en los labios. Abrazarme o seducirme a cualquier hora del día.
- No es eso Luis. Yo me entiendo y no me gustaría entrar en detalles. -
- Entiendo. Esta bien, intentaré hablar con Rafa y explicarle un poco por encima algo convincente para que se lo crea. Aunque, no te aseguro nada por ahora. -
- Perfecto. Gracias Luis, sabía que podría contar contigo - escuche como sus manos se chocaron en el aire.

No quería que me descubrieran. Corriendo, me fui de vuelta al camerino de chicas. Más tarde Laura, Edward y yo nos dirigimos hacia el hotel en un taxi. Mikel, se quedo un rato más ultimando algún que otro detalle con Luis y su representante oficial. Luego lo llamaría o nos veríamos más tarde para dar una vuelta. Durante el camino hacia el hotel, no hable ni si quiera hice el más mínimo ruido. Solo escuchaba las risas y los besos de Edward y Laura al mi alrededor. Los coches pitando a la fuera del taxi. La radio que el conductor del taxi tenía puesta. Que ganas tenía de llegar al hotel, ducharme e intentar relajarme. Tuve que insistirle mucho a Laura para que me dejara irme a la habitación. Quería que comiera con ellos.

- Anda Desi, vente - me suplico varias veces. Edward se encontraba de pie a su lado, observando con atención pero si entrar en detalles.
- Otro día, ¿si?. O quizás esta noche, una cena ¿te parece?. -
- Esta bien, una cena. -
- ¿Nos vemos entonces luego? - pregunté esperando que Laura no cambiara de idea y siguiera insistiendo en la comida. Para mi alivio asintió.
- Nos vemos y no faltes - ambas sonreímos y luego asentí. Le dedique una media sonrisa a Edward. No me atrevía a hacer mucho más. Parecía que en cualquier momento me iba a saltar con algunos de sus comentarios fuera de lugar. Él me la devolvió y sin detenerme más me subí a la habitación.

Nada más llegar me duche y me relaje con el albornoz puesto sobre la cama. Pensaba e intentaba atar cabos sobre la actitud de Edward ante mí. ¿Que había echo para que él estuviera molesto conmigo?. No llegaba a ninguna conclusión. Tenía que hablar con él. Pero, no quería hacerlo delante de Laura. Además me daba verguenza acercarme a él y pedirle unos minutos de conversación. Cosa extraña para mí. Tampoco me detuvo mucho tiempo en pensar en como hacerlo. Lo haría de la forma más sencilla y fácil para mí. Cogí un trozo de papel de un blog mío de notas. Apuntes unas cuantas palabras, lo metí en un sobre y llame a Alejandro. Un chico muy amable que trabajar en el hotel. Enseguida toco en la puerta de mi habitación. Le di unas indicaciones y desapareció entre los pasillos del hotel. Más tarde si el aceptaba hablaría con él.


....


Mikel, aun se encontraba en el estudio de grabación. Había estado hablando con Luis y con su actual representante. Había tenido una conversación un tanto interesante. Mikel sonreía pícaramente mientras se dirigía a la puerta principal para salir de local. Como todos los días, al pasar por recepción se despidió de Susana la recepcionista. Pero, algo más le llamo su atención, aparte de ver siempre a Susi como él le llamaba radiante. Una chica, de pelo moreno, alta, y delgada, se encontraba apoyada sobre la pared. Su rostro .... para Mikel era demasiado familiar.

- No, no puede ser ella .... - se quito las gafas de sol. Ando unos cuantos pasos más adelante, poniéndose a una altura medianamente adecuada entre ella y él. - ¿Sara? - se atrevió a preguntar. La chica, se giro sobresaltada tras escuchar su nombre. Así tal cual se llamaba. Su rostro al igual que el de Mikel estaba lleno de sorpresa y confusión.
- ¿Mikel? - preguntó ahora ella.
- Eres tu, estas aquí .... ¿como....? - fue interrumpido por otra voz.
- ¿Mikel Hennet? -
- ¿Jacob Black? - preguntó sin palabras. Jacob, era un viejo amigo de Mikel desde la infancia. Después de los dieciocho años, los dos partieron por caminos muy diferentes. Habían perdido el contacto y apenas habían sabido de él. Solamente que a los dos les iba muy bien.
- El mismo al que ves. - se abrazaron muy fuerte - Tío cuanto tiempo ¿que es de ti? - preguntó.
- Bueno, ahora soy modelo profesional. Pero, ¿y tu?. Que cambiado estas. -
- Tampoco es para tanto - río - Ahora soy modelo como tu. Estoy por aquí por una sesión de fotos para una publicidad. -
- Valla, quién se lo hubiera llegado a imaginar. Jacob Black modelo al igual que yo - sonrieron.
- Seguro que nadie, pero - se giró hacia Sara - estoy siendo todo un maleducado. Mikel, ella es Sara mi prometida y futura esposa. Esperamos casarnos dentro de unos cuantos meses, unos cuatro aproximadamente. Mi amor - se dirigió ahora a su chica. Ella le miró un tanto nerviosa pero controlando la situación - el es Mikel, un gran y viejo amigo de la infancia.
- Encantado de conocerte, Sara - cogió su mano, dejando sobre ella un tierno y dulce beso.
- El placer el mío -

Anduvieron charlando durante unos cuantos minutos más. Jacob tenía una sesión de fotos y lo necesitaba al instante.

- Espero que nos veamos otro día. Nos quedaremos por unas cuantas semanas en París -
- Así espero, tenemos mucho de que hablar Jack - así le llamaban los amigos. Tras despedirse de él, se dirigió a Sara - Ha sido todo un placer el conocer a la prometida de uno de mis mejores amigos. - le dio dos besos con tanta delicadeza que puso llegar a susurrarle algo muy cerca de ella - Esta noche en mi casa. Ya sabes donde vivo -
- Un placer - susurró ella.
- Hasta luego Jack -


[....]


Habían pasado como unas siete horas desde que Mikel y aquella chica Sara se volvieron a encontrar después de tantísimo tiempo. Ya había anochecido y Mikel no paraba de dar vueltas de un lado para otro del salón. Desi, le había estado llamando de vez en cuando pero este prefirió no cogerle el tfn. Notaría con mucha rapidez su nerviosismo, ya que no podía dejar de estarlo. Minutos más tarde, el timbre de la puerta sonó. Mikel, se miró una vez más de las tantas que ya se había mirado en el espejo. Suspiró y abrió la puerta. Encontrándose de nuevo con aquella chica, Sara.

- No he podido venir antes. He tenido que disimular y crear una mentira convincente a Jacob para que no se preocupara por mi salida a estas horas.
- Aun no es muy tarde como para que se preocupe - le ofreció pasar. Ella aceptó y ambos se dirigieron a la zona del salón. Se sentaron sobre el sofá - ¿Te apetece tomar algo? - preguntó.
- Vallamos al grano ¿vale?. Que quieres de mí. - preguntó. Mikel sonrió y se echo sobre una copa un poco de aquella botella de licor.
- Simplemente quería verte y recordar viejos tiempos. Te fuiste muy rápido. -
- Tenía que irme. No podía seguir estando a tu lado por más tiempo. – se . Seguramente estaría recordando algo del pasado.
- Y te lo respeto - dijo Mikel sin preocupación.
- Entonces .... no tengo más nada que hacer aquí. Tú ya quedaste para mi en el pasado Mikel. Intenta hacerlo tu también conmigo - hizo el intento de irse. Mikel fue más rápido y la agarro del brazo pegándola a su cuerpo.
- He intentado hacerlo y creía haberlo conseguido. Pero .... - la apretó más contra su cuerpo. Sara suspiró ante la presión - Ha sido volver a verte y sentir aquel deseo placentero con tan solo verte que creía haber llegado olvidar. - los labios del chico, se fueron acercando a los de ella. Rozándolos, para después besarlos. Sara, en un principio siguió aquel beso. Pero por su mente comenzaron a pasar aquellos recuerdos que tanto le dolían, y Jacob. Ahora estaba comprometida con él.
- No Mikel - lo paró - No esta bien esto. Esos besos no pueden volver a ser recordados -
- ¿Porque no? Se que lo deseas tanto como yo. Sentir mi dedos surcando tu cuerpo desnudo sobre mi cama. Mi lengua surcando la tuya. Mis besos y mis caricias. Todo. - susurró. Luego sus labios comenzaron a besar su cuello y parte de su pecho. Su camisa estaba desabrochada por unos cuantos botones. Sara, en un principio intento separarse de él. Pero su debilidad por él fue más fuerte y se dejo llevar. Ahora ella era quién lo abrazaba y lo besaba con mayor deseo y desesperación. Mikel sonrió ante aquella nueva victoria lograda. - Sigues siendo la misma mujer deseosa y placentera de antes, no has cambiado nada - susurró, volviéndola a estremecer entre sus brazos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario